Respuesta a Blog Protestante «Oye Testigo de Jehová» sobre diversas objeciones a la exégesis Cristiana Católica de Mateo 16:18

INDICE

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INTRODUCCIÓN

PARTE I: COMENTARIOS Y REFUTACIÓN A LA SECCIÓN: “1. SOBRE EL ALEGADO CAMBIO DE NOMBRES.”
1.1. ¿EXISTÍA UNA REGLA EN EL AT PARA CAMBIAR NOMBRES?
1.2. ¿PONER UN NUEVO NOMBRE ES IGUAL QUE DAR UN SOBRENOMBRE (APODAR)?
1.3. ¿POR QUÉ EN ALGUNAS SITUACIONES EL SEÑOR AÚN SIGUIÓ USANDO EL NOMBRE DE SIMON?
1.4. ¿QUÉ NOS DICEN LOS COMENTARISTAS DICCIONARIOS Y ENCICLOPEDIAS PROTESTANTES SOBRE EL NUEVO NOMBRE DE SIMON?

PARTE II: COMENTARIOS Y REFUTACIÓN A LAS SECCIONES: “3. EL CASO DEL ARAMEO.” Y “4. LAS DIFICULTADES DEL ARAMEO”.
2.1. PRIMERO: REFERENCIAS GENERALES DIVERSAS
2.2. SEGUNDO: ERUDITOS, COMENTARISTAS Y ENCICLOPEDIAS PROTESTANTES SOBRE LA LENGUA HABLADA POR EL SEÑOR JESÚS
2.3. EXÉGESIS DE MATEO 27:46 al 49
2.4. SOBRE MATEO 27:47.
2.5. SOBRE MATEO 27:46.
2.6. SOBRE MATEO 27:49.

PARTE III: COMENTARIOS Y REFUTACIÓN DE LAS SECCIONES 5 A LA 8
3.1. METODOLOGÍA EMPLEADA POR EL APOLOGISTA PROTESTANTE
3.2. LA PALABRA HEBREA KEPHIM (כֵּפִים) YA TIENE UN SIGNIFICADO CLARO Y DEFINIDO DESDE SU ORIGEN.
3.3. EL ANÁLISIS DE NUESTRO APOLOGISTA SOBRE πετρων DESDE EL ÁMBITO BÍBLICO ES ERRÓNEO
3.4. EVIDENCIA BÍBLICA ADICIONAL SOBRE πετρων OBVIADA POR EL APOLOGISTA PROTESTANTE
3.5. ANÁLISIS DEL PARALELISMO ENTRE πετρων Y πετρασ OBVIADO POR EL APOLOGISTA PROTESTANTE
3.6. EL ANÁLISIS DE NUESTRO APOLOGISTA SOBRE PETROS DESDE EL GRIEGO CLÁSICO ES ERRÓNEO.
3.7. EL ANÁLISIS DE NUESTRO APOLOGISTA SOBRE PETRA DESDE EL GRIEGO CLÁSICO ES INCOMPLETO.
3.8 LÉXICOS Y DICCIONARIOS QUE EVIDENCIAN EL TRASLAPE EN LAS ACEPCIONES DE PETROS (πέτρος) Y PETRA (πέτρα)

PARTE IV: COMENTARIOS Y ACLARACIONES A LA SECCIÓN 11. “Petra en la Biblia”
4.1. ERUDITOS Y COMENTARISTAS PROTESTANTES SOBRE QUIÉN ES LA ROCA EN ISAÍAS 51:1:2
4.2. TRADICIÓN RABÍNICA JUDÍA Y COMENTARIOS JUDÍOS SOBRE QUIÉN ES LA ROCA EN ISAÍAS 51:1-2
4.3. TSUR Y SELA EN LA BIBLIA

CONCLUSIONES


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INTRODUCCIÓN

El presente artículo responde de manera secuencial, detallada y puntual a las objeciones más relevantes a Mateo 16:18, contenidas en el blog protestante «Oye Testigo de Jehova», y que se consolidan principalmente en el artículo del siguiente enlace: https://verdadpalabra.blogspot.com/2016/10/respuesta-la-ultima-version-de-y-sobre.html.

Se consideró necesario el análisis y refutación a dicho artículo, ya que en primer lugar, evidencia una serie de vicios y falacias exegéticas que merecen ser expuestas para edificación de los Cristianos, y en segundo lugar, porque ha venido siendo usado como sustento primario por varios protestantes en diversos foros, blogs de discusión y grupos de Facebook, al momento de atacar la Fe Cristiana Católica. El presente artículo si bien es extenso, refuta punto por punto el artículo protestante respetando su secuencia y desarrollo argumentativo. Luego de esta publicación, haré artículos específicos sobre cada temática abordada en esta refutación y que serán colgados en la web en formato corto y de fácil ubicación por los lectores.

PARTE I: COMENTARIOS Y REFUTACIÓN A LA SECCIÓN: “1. SOBRE EL ALEGADO CAMBIO DE NOMBRES.

En esta sección nuestro apologista protestante esgrime argumentos para tratar de minar el evidente paralelo y correspondencia entre el nuevo nombre dado a Simon (Pedro) por el mismo Señor, con los nuevos nombres que el propio Señor les dio en el AT a personajes importantes en la historia de la salvación (Abram, Jacob, etc.), con el fin de minimizar la trascendencia e implicancias que ostenta el nuevo nombre de Pedro y su posición singular en la Iglesia del Señor y en el Cristianismo a futuro hasta el fin de los tiempos.

Para el Cristianismo Antiguo era indudable que a Simon el pescador el Señor le dio un nuevo nombre, con la misma intención y trascendencia que en los casos de Abram, y otros personajes bíblicos relevantes; teniéndose por tanto que para el Cristianismo Antiguo dicho nuevo nombre implicaba una carga y significado especial de acuerdo al nuevo rol de San Pedro, encomendado por el mismo Señor Jesús. Por ello, no gastaron tinta en comentar algún posible quebrantamiento de alguna supuesta “regla seguida en el AT para cambiar nombres”; y del mismo modo, las prerrogativas de San Pedro estaban tan claras para ellos que no hubo preocupación alguna sobre las veces que el Señor empleó el nombre de Simón en algunos pasajes del Evangelio, y más bien comentaron apropiadamente dichos pasajes para extraer múltiples enseñanzas cristianas.

La patrística confirma dicha realidad en muchas partes, pero obvia y convenientemente nuestro apologista protestante ya dio a entender que él no puede confiar en los Padres de la Iglesia porque eran hombres falibles; sin embargo vemos que él sí puede confiar en sí mismo (v.g. en su propia interpretación), y al hacerlo, se hace infalible. Contradictorio.

Pese a que este argumento es muy débil y no usado por apologistas protestantes medianamente serios, igual pasaré a comentar parte por parte la argumentación del apologista protestante:

1.1. ¿EXISTÍA UNA REGLA EN EL AT PARA CAMBIAR NOMBRES?

El apologista protestante empieza citando los casos del AT donde el Señor asignó un nuevo nombre a Abram (Abraham), Saraí (Sara) y Jacob (Israel) y resalta el hecho de que, según él, la fórmula para dar nuevos nombres por el Señor tiene que contener una frase al modo de “no se llamará más”. Al respecto, simplemente se puede decir que este argumento es débil y corresponde a la falacia de generalización apresurada, tan apresurada que para el caso de Jacob se rompió inmediatamente dicha regla de “no llamarle más Jacob”, tal como el mismo apologista admite, y sin embargo conveniente y contradictoriamente insiste en que ello no importa porque de todas maneras se siguió la ‘fórmula’ que emplea la frase “no se llamará más”.

Veamos Génesis 46:2 (RVR 1960):

Y habló Dios a Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí”.

¿Dios mismo rompió su propia “regla” de “no llamarle más por su anterior nombre”?¿O será más bien que dicha “regla” solo está en la mente de nuestro apologista protestante?

Si bien esto es suficiente para tirar por tierra este argumento del apologista protestante, procederemos a analizar el resto de sus argumentos. Veamos primeramente lo que afirmaban tres Escritores y Padres de la Iglesia sobre el nuevo nombre de Simón a Pedro:

Tertuliano (160 – 220 D.C.)

(4) Again, He CHANGES THE NAME OF SIMON TO PETER, (5) inasmuch as the Creator also altered the names of Abram, and Sarai, and Oshea, by calling the latter Joshua, and adding a syllable to each of the former. But why Peter? If it was because of the vigour of his faith, there were many solid materials which might lend a name from their strength. Was it because Christ was both a rock and a stone? For we read of His being placed «for a stone of stumbling and for a rock of offence.»(6) I omit the rest of the passage.(7) THEREFORE HE WOULD FAIN(8) IMPART TO THE DEAREST OF HIS DISCIPLES A NAME WHICH WAS SUGGESTED BY ONE OF HIS OWN ESPECIAL DESIGNATIONS IN FIGURE; BECAUSE IT WAS, I SUPPOSE, MORE PECULIARLY FIT THAN A NAME WHICH MIGHT HAVE BEEN DERIVED FROM NO FIGURATIVE DESCRIPTION OF HIMSELF.
Fuente: [Contra Marción, IV, 13 (ANF 3:365)]

Aquí Tertuliano es categórico en afirmar que el Señor Jesús le CAMBIÓ el nombre a San Pedro, así como sucedió con Abram, Saraí y Oseas. En la segunda parte que está en mayúsculas, Tertuliano dice: «Por lo tanto Él (El Señor) con agrado le impartiría a su discípulo MÁS QUERIDO un nombre que fuera sugerido por la figura de una de sus DESIGNACIONES (nombramientos) especiales; porque, supongo, fue más característicamente adecuado que en el caso de un nombre que podría haber sido derivado de una descripción no figurativa de él mismo.» Como podemos notar, según Tertuliano, el nombre de Pedro reflejaría su nueva «designación especial».

San Juan Crisóstomo, Comentarios de San Juan Crisóstomo a Juan 1,42, ut sup.

“También le cambió el nombre para manifestar que Él fue el que ordenó el Antiguo Testamento, dio y cambió los nombres llamando a Abram, Abraham; a Saraí, Sara; y a Jacob, Israel. Luego impuso a muchos el nombre desde su nacimiento, como a Isaac, Sansón y otros. A otros los designó con distinto nombre del que le pusieron sus padres, como aquí a Pedro y a los hijos del Zebedeo. Porque aquellos cuya virtud debía brillar desde el principio, desde luego recibieron su nombre. Pero aquellos a quienes después se les debía aumentar, se les puso el nombre después.”

Recordemos que San Juan Crisóstomo es uno de los Padres Griegos, así que su dominio del griego está fuera de toda duda. Aquí San Juan Crisóstomo resalta el evidente paralelo entre los cambios de nombre del AT con el cambio de nombre de Simon.

San Agustín, in Ioannem, tract. 7

“Nada de particular tiene que el Señor dijese de quién era hijo. Conocía los nombres de todos sus santos, a quienes había predestinado desde la constitución del mundo. Lo que sí es grande es que le cambiase el nombre y de Simón lo hiciera Pedro. Pedro viene de la palabra piedra. Piedra es la Iglesia; luego la Iglesia está representada en el nombre de Pedro. ¿Y quién está seguro de su obra sino el que edifica sobre piedra? Y más abajo el Señor despierta tu atención. Y si se hubiese llamado Pedro desde antes no verías el misterio de la piedra, y creerías que por casualidad él se llamaba así y no por disposición de la divina providencia. Cuando quiso que antes se llamase de otro modo, fue para que se conociese la fuerza del misterio por él mismo a cambio del nombre.

Del mismo modo, San Agustín aclara que se trata de un cambio de nombre con una carga e implicancias significativas, y no un mero sobrenombre como nos quiere dar a entender nuestro apologista protestante. Asimismo, vemos que estos tres escritores no hacen mención a alguna supuesta regla en el AT para cambiar o asignar nuevos nombres. ¿Será que nuestro apologista protestante ha recibido alguna iluminación especial que le permite ver más allá de lo que veían estos tres escritores?

1.2. ¿PONER UN NUEVO NOMBRE ES IGUAL QUE DAR UN SOBRENOMBRE (APODAR)?

Seguidamente, nuestro apologista protestante hace la siguiente afirmación:

Por otro lado, en el caso de Pedro esto no ocurre. Cuando Jesús le dice que se llamará Cefas nunca le dice “no te llamarás más Simón”, como ocurre en los ejemplos antes mencionados. El Nuevo Testamento no registra cambios de nombre. Por el contrario lo que testifica es que se asignaban sobrenombres:

Aquí el apologista protestante sigue intentando construir el argumento de que a San Pedro no se le cambió o no se le asignó un nuevo nombre, sino que solamente se le puso un sobrenombre (apodo). Para ello, nuestro apologista protestante hace referencia a Juan 1,42 sin realizar un mayor análisis del mismo y luego procede a citar tres versículos del Génesis.

Analicemos primeramente el texto de Juan 1, 42 y luego el texto griego de la LXX de los tres versículos citados del antiguo testamento donde el Señor le cambia el nombre a Abram, Saraí y Jacob. Resaltemos el hecho de que en los cuatro versículos en mención quien habla es el propio Señor, nuestro Dios (incluso en el pasaje del cambio de nombre de Jacob, él mismo confirma que la identidad del varón era la de Dios cuando en el versículo 31 dice: “Vi a Dios cara a cara”). En ese sentido, se debe señalar que el versículo relevante para determinar si a San Pedro se le puso un nuevo nombre es Juan 1,42, porque allí se registran las palabras de Dios dirigiéndose a Simón el pescador, mientras que en los otros versículos del NT solo se registran lo recogido por los Hagiógrafos.

Veamos Juan 1,42 en griego:

ἤγαγεν αὐτὸν πρὸς τὸν Ἰησοῦν. ἐμβλέψας αὐτῷ ὁ Ἰησοῦς εἶπεν Σὺ εἶ Σίμων ὁ υἱὸς Ἰωάνου, σὺ κληθήσῃ Κηφᾶς ὃ ἑρμηνεύεται Πέτρος.

El verbo empleado es καλέω (kaleó), Strong 2564, el cual está en Futuro Indicativo Pasivo (FPI).

Ahora veamos Gen 17.5 de la LXX con concordancia interlinear Strong, como le gusta a nuestro apologista protestante:


Génesis 17:15 LXX:


Génesis 32:28 LXX


Como se aprecia, en los cuatro versículos en cuestión se emplea el mismo verbo y en la misma conjugación, es decir, futuro indicativo pasivo, salvo que en los pasajes de Génesis la conjugación verbal está en negativo y en el pasaje de San Juan en positivo. Ahora, veamos la entrada para este verbo en los siguientes diccionarios:

Diccionario Liddell Scott Jones

II. [select] call by name, name, “ὃν Βριάρεων καλέουσι θεοί” Il.1.403, cf. Od.5.273, etc.; “κοτύλην δέ τέ μινκαλέουσι” Il.5.306; “ὥς σφας καλοῦμεν Εὐμενίδας” S.OC486, cf. A.Pr.86, etc.; ὄνομα καλεῖν τινα call him by a name, “εἴπ᾽ ὄνομ᾽ ὅττι σε κεῖθι κάλεον” Od.8.550, cf. E.Ion259, Pl.Cra.383b, etc. (in Pass., “οὔνομακαλέεσθαι” Hdt.1.173, cf. Pi.O.6.56): without ὄνομα, τί νιν καλοῦσα τύχοιμ᾽ ἄν; A.Ag.1232; “τοῦτο αὐτὴνκάλεον” Call. Fr.66b; “τούτοις τὸ ὄνομα «ἱμάτια» ἐκαλέσαμεν” Pl.Plt.279e (Pass., τύμβῳ δ᾽ ὄνομα σῷκεκλήσεται shall be given to thy tomb, E.Hec.1271); κ. ὄνομα ἐπί τινι give a name to something, Pl.Prm.147d; but call (a man) a name because of some function, Id.Sph.218c; “κ. τινὰ ἐπὶ τῷ ὀνόματι τοῦπατρός” Ev.Luc.1.59; “ἐπ᾽ ὀνόματος καλεῖν τινα” Plb.35.4.11:—Pass., to be named or called, “Μυρμιδόνεςδὲ καλεῦντο” Il.2.684; “εἰ τόδ᾽ αὐτῷ φίλον κεκλημένῳ” A.Ag.161 (lyr.);

Thayer’s Greek Lexicon

2. to call i. e. to name, call by name;
a. to give a name to; with two accusatives, one of the object the other of the name as a predicate (to call one (by) a name: Matthew 10:25 Rec.; cf. Winers Grammar, § 32, 4 b.; Buttmann, 151 (132) note); passive with the nominative of the name, to receive the name of, receive as a name: Matthew 2:23; Matthew 27:8; Luke 1:32, 60, 62; Luke 2:4, etc.; (…)

to give some name to one, call his name: Matthew 1:21, 23, 25; Luke 1:13, 31; passive, Luke 2:21; Revelation 19:13; Genesis 17:19; 1 Samuel 1:20, etc. (similarly sometimes in Greek writings, cf. Fritzsche on Matthew, p. 45 (Buttmann, 151 (132))).


Diccionario Middle Liddell

II. [select] to call by name, to call, name, Il., Trag.:— ὄνομα καλεῖν τινά to call him a name (i. e. by name), Od.; so, without ὄνομα, τί νιν καλοῦσα τύχοιμ᾽ ἄν; Aesch.:—Pass., τύμβωι δ᾽ ὄνομα σῶι κεκλήσεται a name shall be given to thy tomb, Eur.
2. [select] in perf. pass. κέκλημαι, to have received a name, to bear it, often = εἰμί, to be, οὕνεκα σὴπαράκοιτις κέκλημαι because I am thy wife, Il.; πόσις κεκλημένος εἴη were to be my spouse, Od.;—rarely in pres., ἐμὸς γαμβρὸς καλέεσθαι id=Il.
3. [select] poet. Ἀλεισίου ἔνθα κολώνη κέκληται where is the hill called the hill of Aleisios, Il.
b. [select] foll. by a dependent clause, καλεῖ με, πλαστὸς ὡς εἴην πατρί, i. e. καλεῖ μεπλαστόν, calls me a supposititious son, Soph.


Slater’s Lexicon

a. [select] name, call c. acc. dupl. c. acc. & inf. pend., c. acc., c. gen. “τὸ καὶ κατεφάμιξεν καλεῖσθαί μινχρόνῳ σύμπαντι μάτηρ τοῦτ᾽ ὄνυμ̓ ἀθάνατον” O. 6.56 “κέκληνται δέ σφιν ἕδραι” are called after them O. 7.76 “μάτρωος δ᾽ ἐκάλεσσέ” “μιν ἰσώνυμον ἔμμεν” O. 9.63 “ἤ τινα Λατοίδα κεκλημένον ἢ πατέρος” (i. e. someone called after Apollo or the father, = ? someone like Asklepios or Apollo; interpr. dub., cf. Wil. on Eur. Her., 31) P. 3.67 ““θήσονταί τέ νιν ἀθάνατον, Ζῆνα καὶ Ἀπόλλων᾽ — Ἀγρέα καὶ Νόμιον, τοῖς δ̓Ἀρισταῖον καλεῖν”” P. 9.65 “ἀμφ᾽ ἀκταῖς Ἑλώρου ἔνθ Ἀρείας πόρον ἄνθρωποι καλέοισι” N. 9.41 “γαῖαν—, τὰν δὴ καλέοισιν Ὀλυμπίου Διὸς ἄλσος” I. 2.27 “καλέοντί μιν” (= “Δᾶλον”) “Ὀρτυγίαν ναῦται πάλαιΠα.” 7B. 48. “θεόν, τὸν Βρόμιον, τὸν Ἐριβόαν τε βροτοὶ καλέομεν” fr. 75. 10. “ὦ μάκαρ, ὅν τε μεγάλαςθεοῦ κύνα παντοδαπὸν καλέοισιν Ὀλύμπιοι” (Boeckh: “καλέουσιν” codd. Aristot.) fr. 96. 3. “Κρῆτα μὲνκαλέοντι τρόπον” (Schr.: “καλέοισι” codd.) *fr. 107b. 2* “ἥροες ἁγνοὶ πρὸς ἀνθρώπων καλέονται” fr. 133. 6.

Como vemos, en ningún diccionario este verbo tiene el significado de “apodar o dar un sobrenombre” (poner un sobrenombre). Es más, LSJ pone las siguientes acepciones explícitas a este verbo: i) “dar un nombre”, ii) “llamar a alguien por un nombre” iii) “llamar a alguien por un nombre debido a alguna función”. Del mismo modo, Thayer va en el mismo sentido, es decir, que la acepción corresponde a “dar un nombre a alguien” o “llamar por un nombre a alguien”.

¿Se imaginan al Señor diciéndole a Abram “Ya no te apodarás Abram, (…)”? Precisamente porque anterior a ello “se llamaban”, es decir, “tenían un Nombre!!” (y “No un sobrenombre!!”) es que el Señor les dice “Ya no te llamarás más”. Por tanto, no es difícil concluir que en Juan 1, 42, inequívocamente el Señor le dio un nuevo nombre a Simón, “Te llamarás Cefas (Pedro)”. Por lo antes expuesto, la correcta exégesis demanda no pasar por alto el paralelo en el uso del mismo verbo en los cuatro versículos analizados, lo cual se resume en el siguiente gráfico.


Ahora, exploremos el griego de los cuatro versículos del NT que cita nuestro apologista protestante en su intento de aferrarse al argumento del “sobrenombre”:

MATEO 10:3. En algunos manuscritos se usa el Griego ἐπικληθεὶς mientras que en algunos no.

Westcott and Hort / [NA27 variants]
Φίλιππος καὶ Βαρθολομαῖος, Θωμᾶς καὶ Μαθθαῖος ὁ τελώνης, Ἰάκωβος ὁ τοῦ Ἁλφαίου καὶ Θαδδαῖος,

Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Jacobo (Santiago), el hijo de Alfeo, y Tadeo;

RP Byzantine Majority Text 2005
Φίλιππος, καὶ Βαρθολομαῖος· Θωμᾶς, καὶ Ματθαῖος ὁ τελώνης· Ἰάκωβος ὁ τοῦ Ἀλφαίου, καὶ Λεββαῖος ὁ ἐπικληθεὶς Θαδδαῖος·

Felipe, y Bartolomé; Tomás, y Mateo el publicano; Jacobo hijo de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo;

El verbo griego empleado para este versículo en los manuscritos y versiones que sí lo incluyen es ἐπικαλέω – epikaleó, Strong 1941. Veamos las acepciones en los siguientes diccionarios:

Diccionario LSJ, (http://logeion.uchicago.edu/index.html#ἐπικληθεὶς):

III. call by surname, Δίων ὃν ἐπεκάλουν Χρυσόστομον Eun. VSp.454 B.:—more freq. Pass., to be called by surname, ἐπεκλήθησαν Κεκροπίδαι Hdt.8.44; to be nicknamed, Ἀριστόδημον τὸν μικρὸν ἐπικαλούμενον X.Mem.1.4.2, cf. HG2.3.31; also τὸ ὄνομα ἐπικέκληταί σοι LXX De.28.10; ἐπικληθήσεται ἐν αὐτοῖς τὸ ὄνομάμου ib.Ge.48.16.

MiddleLiddell

IIPass. to be called by surname, id=Hdt.: to be nicknamed, Xen

Thayer’s Greek Lexicon

1. to put a name upon, to surname: τινα (Xenophon, Plato, others), Matthew 10:25 G T Tr WH (Rec. ἐκάλεσαν); passive ὁ ἐπικαλούμενος, he who is surnamed, Luke 22:3 R G L; Acts 10:18; Acts 11:13; Acts 12:12; Acts 15:22 R G; also ὅς ἐπικαλεῖται, Acts 10:5, 32; ὁ ἐπικληθείς, Matthew 10:3 (R G); Acts 4:36; Acts 12:25; equivalent to ὅς ἐπεκλήθη, Acts 1:23. Passive with the force of a middle (cf. Winers Grammar, § 38, 3), to permit oneself to be surnamed: Hebrews 11:16; middle with τινα: 1 Peter 1:17 εἰ πατέρα ἐπικαλεῖσθε τόν etc. i. e. if ye call (for yourselves) on him as father, i. e. if ye surname him your father.

Por tanto la traducción “por sobrenombre Tadeo” está justificada y eso se puede apreciar en prácticamente la totalidad de traducciones y versiones disponibles de este pasaje que he revisado tanto en español como en inglés, en las cuales se usa la palabra “sobrenombre”.

MARCOS 3.16. En este versículo se usa el griego ἐπέθηκεν (Strong 2007) junto con ὄνομα (Strong 3686), así como en el caso de los hijos del trueno (Marcos 3:17), y si se revisa el diccionario LSJ, vemos que en ningún lugar existe acepción alguna de este verbo que implique “apodar” o “poner un sobrenombre”. Más bien, no es difícil ver que la acepción primaria e inmediata es “poner”, mientras que para ὄνομα la acepción es “nombre”, por lo cual la traducción natural es “poner un nombre”. Es más, en dos acepciones para ἐπέθηκεν se lee explícitamente “dar un nombre”.

Por eso, la traducción correcta, y que se refrendará cuando revisemos el griego del versículo de Hechos 1:23, se puede leer en multitud de versiones de la Biblia y es como sigue:

La Biblia de las Américas
Designó a los doce: Simón (a quien puso por nombre Pedro),

La Nueva Biblia de los Hispanos
Designó, pues, a los doce: Simón (a quien puso por nombre Pedro),

Reina Valera 1909
A Simón, al cual puso por nombre Pedro;

Reina Valera 2009
A Simón, al cual puso por nombre Pedro;

Biblia Jubileo 2000
A Simón, al cual puso por nombre Pedro;

Sagradas Escrituras 1569
A Simón, al cual puso por nombre Pedro;

Y ello también se puede apreciar en otras muchas versiones en inglés por ejemplo:

New International Version
These are the twelve he appointed: Simon (to whom he gave the name Peter),

New Living Translation
These are the twelve he chose: Simon (whom he named Peter),

English Standard Version
He appointed the twelve: Simon (to whom he gave the name Peter);

Berean Study Bible
These are the twelve He appointed: Simon (whom He named Peter),

New American Standard Bible
And He appointed the twelve: Simon (to whom He gave the name Peter),

Holman Christian Standard Bible
He appointed the Twelve: To Simon, He gave the name Peter;

International Standard Version
He appointed the Twelve: Simon (whom he named Peter),

NET Bible
He appointed twelve: To Simon he gave the name Peter;

New Heart English Bible
And he appointed the Twelve. And to Simon he gave the name Peter;

Aramaic Bible in Plain English
And he gave Shimeon the name Kaypha,

GOD’S WORD® Translation
He appointed these twelve: Simon (whom Jesus named Peter),

New American Standard 1977
And He appointed the twelve: Simon (to whom He gave the name Peter),

Jubilee Bible 2000
Simon, whom he gave the name Peter;

Douay-Rheims Bible
And to Simon he gave the name Peter:

World English Bible
Simon, to whom he gave the name Peter;

Young’s Literal Translation
And he put on Simon the name Peter;

Recordemos que en este versículo lo que se tiene es la narración del Hagiógrafo, mientras que en Juan 1,42 así como en los tres pasajes del Génesis analizados anteriormente, son palabras del mismo Dios (registradas por el Hagiógrafo), quien se dirige a las personas para realizar el cambio de nombre.

LUCAS 22.3 En este versículo se usa el griego καλούμενον, que es el mismo usado en Juan 1, 42, solo que está en el participio presente pasivo. De nuevo, y luego de lo visto en los diccionarios LSJ antes citados cuando se analizaron los versículos de Génesis, las traducciones más adecuadas no deberían emplear el término “sobrenombre”, lo cual se puede apreciar en varias traducciones:

La Biblia de las Américas
Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que pertenecía al número de los doce;

La Nueva Biblia de los Hispanos
Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que pertenecía al número de los doce apóstoles.

English Revised Version
And Satan entered into Judas who was called Iscariot, being of the number of the twelve.

HECHOS 1.23. Este versículo es el que nos permite dilucidar claramente la diferencia entre las palabras griegas empleadas para las acciones de “dar un nombre” en contraste con “apodar (dar un sobrenombre)”. El griego para este versículo se muestra a continuación:

καὶ ἔστησαν δύο, Ἰωσὴφ τὸν καλούμενον Βαρσαββᾶν, ὃς ἐπεκλήθη Ἰοῦστος, καὶ Μαθθίαν.

El primer verbo (καλέω – kaleó, Strong 2564) es el mismo empleado en Juan 1, 42 y en la versión griega (LXX) de los tres versículos del Génesis relativos a los cambios de nombre de Abram, Saraí y Jacob vistos anteriormente, siendo que en este versículo de Hechos está en la forma Participio presente – singular acusativo masculino.

El segundo verbo (ἐπικαλέω – epikaleó, Strong 1941) es el mismo empleado en el versículo de Mateo 10,3 visto anteriormente, siendo que en este versículo de Hechos está en la forma de indicativo pasivo del aoristo – tercera persona singular.

Por tanto y en concordancia con lo analizado en los tres versículos del NT vistos anteriormente (Mateo 10:3, Marcos 3:16 y Juan 1:42), correspondería descartar la traducción “sobrenombre” para el primer verbo (καλούμενον) y a su vez, correspondería considerar la traducción “sobrenombre” para el segundo verbo (ἐπεκλήθη). Dicha conclusión la podemos confirmar revisando las traducciones disponibles en línea. En efecto, luego de haber revisado una multitud de versiones de Biblia, prácticamente la totalidad de ellas emplea la palabra “sobrenombre” solo para el segundo verbo (ἐπεκλήθη) y no para el primero. Por ello, la traducción correcta es tal como se muestra a continuación:

Hechos 1:23 (RVR 1960)
Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías.

Como vemos, este versículo termina por derribar el argumento protestante ya que podemos apreciar que, bíblicamente, existe una diferencia entre “llamar por un nombre a alguien” (καλέω empleado en Juan 1,42 y en los tres versículos de Génesis) en contraste con “dar un sobrenombre” (apodar – ἐπικαλέω empleado en Mateo 10:3 y en el presente versículo de Hechos). De esta manera, no hay asidero para los alegatos de nuestro apologista protestante, ya que bíblicamente hay una clara distinción entre ambos verbos, y si el alegato del apologista protestante fuera cierto, tendríamos a los traductores empleando la palabra “sobrenombre” en ambas instancias de Hechos 1:23, lo cual no se ha observado por parte de ningún traductor.


El mismo patrón se repite en los versículos del NT que emplean el verbo ἐπικαλέω (Strong 1941) y para los cuales se puede verificar fácilmente que las traducciones suelen emplear correctamente la palabra “sobrenombre”: Hechos 4:36; Hechos 12:12; Hechos 12:25.

HECHOS 10:5; HECHOS 10:18; HECHOS 10:32; HECHOS 11:13

En un último intento para salvar su argumento, nuestro apologista protestante podría apelar a los cuatro versículos de Hechos donde también se emplea ἐπικαλέω (Strong 1941) para el caso de San Pedro, que son Hechos 10:5; Hechos 10:18; Hechos 10:32; Hechos 11:13, donde si bien también se confirma el patrón de emplear correctamente la traducción “sobrenombre” para esta palabra griega, vemos que presentan la fórmula que se lee a continuación:

y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre (ἐπικαλεῖται) Pedro.

Al respecto, el erudito protestante Phillip Schaff nos lo explica muy bien en su obra «Schaff’s Popular Commentary on the New Testament» al referirse al pasaje de Hechos 10:5, leamos:

Simon, quien tiene por sobrenombre Pedro. “Es muy observable que esta frase exacta en su totalidad se encuentra cuatro veces en esta narración (ver Hechos 10:5; Hechos 10:18, Hechos 10:32 y Hechos 11:13). Los mensajeros lo usan cuando vinieron de Cesarea a Joppe y hablan con Pedro mismo: Cornelio lo aduce en su relato de las razones que lo llevaron a enviar a Jope; y Pedro la presenta de nuevo, cuando justifica su propia conducta ante los apóstoles y los ancianos en Jerusalén. Por supuesto, se nos recuerda que el Señor enfáticamente le dio a Simón un nuevo nombre (Juan 1:42, Mateo 16:18). Esta reiteración en los Hechos de los Apóstoles es un vínculo expresivo entre ese libro y la historia contenida en los Evangelios; y apunta nuestros pensamientos al cumplimiento o parte del cumplimiento de la profecía de nuestro Señor con respecto a Pedro. Pero podemos ver otra razón para esta reiteración y precisión. La designación exacta del hombre que debía llevar el Evangelio a Cornelio es una parte esencial de la transacción. La dirección Divina es perceptible en cada acto y cada palabra registrada. Reuss expone muy bien este asunto, cuando dice: “No es solo una opinión que lo dirige al apóstol, sino especialmente una instrucción dada al apóstol mismo, para que entienda y acepte la misión especial que recibe.”. En cuanto al carácter sobrenatural de la comunicación, agrega: “Fue suficiente para involucrar a Pedro en esta nueva forma. . . . Se necesitaba una revelación subsidiaria para convencerlo de que un pagano podía ser bautizado, algo que aún no sabía y que a sus colegas les resulta difícil de creer” (Hechos 11: 1, etc.) (Histoire Apostolique, p. 122).

La designación exacta de Pedro se debe anotar cuidadosamente, también, desde otro punto de vista. Cornelio debía ser llevado al conocimiento de Cristo por el medio instrumental de un hombre, no directamente por el ángel que se le apareció. Esto está en armonía con el método usual de Dios para trabajar en cosas espirituales. Además, debe ser traído a este conocimiento por un apóstol. Esta no era una instancia común de conversión. Felipe el Evangelista estaba muy probablemente en Cesarea (Hechos 8:40, ver Hechos 21: 8); pero esto no sería suficiente. Reuss comenta que es probable que el bautismo de Cornelio por parte de un apóstol causara revuelo y ruido en toda Palestina.


Como se aprecia, Schaff no considera que el uso de ἐπικαλέω (sobrenombre) merezca algún comentario, y menos que sea causal para objetar que a San Pedro no se le asignó un nuevo nombre. Es más, el mismo Schaff afirma que a San Pedro el Señor le dio un nuevo nombre debido a su futura función en la Iglesia (c.f. numerales 89 al 94 del libro “History of the Apostolic Church” Vol II de Phillip Schaff).

A continuación presento un gráfico que ilustra esta parte del análisis de los argumentos de nuestro apologista protestante.


Como resumen de esta parte, se ha visto que en uno de los textos más relevantes para nuestro análisis, esto es, Juan 1:42, se emplea el verbo kaleó, el mismo que también se emplea en la versión Griega de los tres versículos del Génesis donde el Señor le cambia los nombres a Abram (Abraham), Saraí (Sara) y Jacob (Israel). En dichos versículos el Señor les dice: “Ya no te llamarás …” precisamente porque anterior a ello “se llamaban”, es decir, “tenían un Nombre!!” y “No un sobrenombre!!” que sería la conclusión absurda si asumimos los argumentos de nuestro apologista protestante. En ese sentido, la correcta distinción entre los verbos griegos empleados en los versículos analizados nos permite determinar cuándo se trata realmente de “dar un nombre” en contraste de los casos que sí corresponden a “dar sobrenombres”. Los otros versículos citados por el apologista protestante, es decir, Mateo 10:3, Marcos 3:16, Lucas 22:3 y sobre todo Hechos 1:23 no hacen más que confirmar la regla.

Por tanto, el alegato de nuestro apologista protestante quien afirma que “En la Biblia un cambio es una sustitución. Un sobrenombre es un nombre adicional que se añade al nombre original y que no elimina el primero como en el AT.”, es una conclusión errónea, ya que: i) dicha regla de sustitución no se cumplió para el caso de Jacob; ii) Hay una clara distinción entre “Dar un nuevo nombre” y “apodar (dar un sobrenombre)”, tal como se ve en Hechos 1, 23 y; iii) Al final, es irrelevante si se dejó de emplear el nombre original o no, ya que lo que interesa es la carga e intención asociada a la asignación del nuevo nombre, tal como se dio en el caso de Abraham, Sara, Israel y por ende en Pedro.

1.3. ¿POR QUÉ EN ALGUNAS SITUACIONES EL SEÑOR AÚN SIGUIÓ USANDO EL NOMBRE DE SIMON?

Seguidamente, nuestro apologista protestante comenta lo siguiente: “Otro detalle que habla en contra del cambio de nombre es que en los momentos más íntimos en los que Jesús le habla a Pedro no lo hace llamándolo como tal” y agrega “Es interesante ver en el pasaje de Juan 21:15-17 que mientras Cristo le delega a Simón el oficio de pastor y cuidador de las ovejas no le está llamando Pedro sino que le llama por su nombre original tres veces seguidas. Esto demuestra que en Mateo 16:18 Jesús no le cambia el nombre a Simón sino que le llama por el apodo que se le había asignado anteriormente” y finalmente esgrime lo siguiente “Si el apodo de Simón fuera tan importante, ¿por qué Jesús, en los momentos de más cercanía con Pedro, le llamó casi exclusivamente por su nombre original Simón?

Vemos que sigue insistiendo en que según él a “San Pedro no se le cambió el nombre” y por tal razón se invalidan los argumentos Cristianos Católicos. Al respecto solo bastará repetir lo que comenté anteriormente: para nosotros es IRRELEVANTE si luego de otorgársele el nuevo nombre a San Pedro se dejó de emplear o no su nombre original, ya que lo que realmente interesa es la carga e intención asociada a la asignación del nuevo nombre, es decir, si el Señor tuvo la misma intención y trascendencia que en los casos de Abraham, Sara, Israel. La respuesta es afirmativa.

No obstante lo anterior, procederemos a explicarle a nuestro apologista protestante el por qué de los usos de Simón en los versículos que alude. Aquí podría ponerle algunas citas patrísticas que explican los pasajes donde el Señor emplea el nombre de Simón, pero irónicamente, una de las más concisas e ilustrativas explicaciones a la pregunta de nuestro apologista protestante ¿por qué Jesús, en los momentos de más cercanía con Pedro, le llamó casi exclusivamente por su nombre original Simón?, la brinda otro protestante.

En efecto, uno de los comentarios que mejor explica y aclara los usos de Simon por parte del Señor Jesús en los versículos aludidos por nuestro apologista protestante, nos lo da el erudito y ministro protestante Joseph S. Excell, en su colosal obra “The Biblical Illustrator” de 56 volúmenes y de importante acogida en el mundo protestante.


En la sección de comentarios a Juan 1,42, indica lo siguiente:

Cristo cambió el nombre de Simón.
1. Como una señal de su autoridad y de tomar posesión completa de él, como un rey podría alterar el nombre de un hombre que había capturado.
2. Como una promesa de poder transformador.
3. Como una profecía de su futuro cargo e importancia en la Iglesia.


Para empezar vemos que este erudito protestante, a diferencia de nuestro apologista protestante, no menciona nada con relación a algún sobrenombre, y noten que resalta las significativas implicancias a futuro de tal cambio de nombre, es decir, “su futuro cargo e importancia en la Iglesia”. A continuación este comentarista protestante nos explica detalladamente por qué en algunos versículos posteriores aún se siguió empleando el nombre de Simon, y nos brinda una excelente y satisfactoria explicación para ello. Recordemos que en los evangelios el nombre Simon se usa únicamente por el Señor Jesús con excepción de Lucas 24:34 donde es empleado por los Apóstoles. En el resto de Libros del NT solo se usa en tres situaciones que se explican más adelante por este comentarista protestante.

Primera razón: Para aleccionar y recordar sobre el peligro de que la nueva y mejor naturaleza caiga de nuevo a la vieja naturaleza. Así, cuando en los evangelios se emplea Simon, esto es para sugerir la humanidad no inspirada y no regenerada del apóstol. En estos 3 versículos (Lucas 22:31; Marcos 14:37; Juan 21:16) el Señor es el que emplea de nuevo el nombre Simon. En Lucas 22:31 «Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo», aquí vemos la delicadeza exquisita con la que Cristo pone al hombre demasiado presuntuoso lejos de su propia fuerza imaginaria, y lo expone a la debilidad de su humanidad. En Marcos 14:37 “Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora?” aquí ¿Dónde está Pedro? Él (Pedro) se habría mantenido despierto. En Juan 21:16 «Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo.», aquí Cristo pone al apóstol caído en su lugar, lo hace volver al principio. Él (Simon) debe atravesar la puerta de acceso de nuevo. En Lucas 24:34, es el único versículo donde los Apóstoles lo llaman Simon, en el resto es Cristo quien lo hace: todos sabían de su caída, que había dejado de ser la roca y que su precedencia e influencia habían desaparecido.

Segunda razón: Para aleccionar sobre el amor misericordioso el cual discierne al hombre verdadero debajo de todos sus pecados. En Lucas 22:31 y Lucas 22, 34 está el claro reconocimiento de Cristo de que la naturaleza mejor subsiste incluso cuando parece estar ahogada por lo peor. Condenando al pecador, Cristo no rompería la caña magullada. En Marcos 16:7, «Ve, díselo a los discípulos y a Pedro» el cual es un incidente registrado solo por Marcos, el portavoz de Pedro, si Marcos hubiera empleado «Dile a Simon» habría sido una reprimenda (regaño); pero al decir «Díselo a Pedro» es más bien una sonrisa de perdón y una mano tendida para agarrar la mano triste del negador.

Tercera razón: Para aleccionar sobre la gran posibilidad de que el nuevo hombre puede triunfar. Fuera de los evangelios ya no se vuelve a emplear la palabra Simon excepto en las siguientes dos excepciones:

Hechos 10, Cornelio manda a llamar a Simon, también llamado Pedro. Se explica porque personas ajenas y forasteros lo conocerían mejor por su antiguo nombre, y los cristianos por Pedro.

Hechos 15:13. Santiago en el Concilio de Jerusalén lo llama Simon. Ello solo sería por una vieja relación de amistad. En el resto del NT siempre es Pedro. La transformación ahora se había completado. La osadía efusiva e impulsiva se transforma en coraje firme y controlado. Si una vez «se lo culpaba», eso demostraba que todavía era un hombre, y no un monstruo impecable e imposible. La arena se ha puesto en una prensa hidráulica y sale de arenisca, fuerte y tenaz. Esta transformación es inexplicable sin la Resurrección, la Ascensión y el Pentecostés.

Cuarta razón: La total remembranza por el mismo hombre de lo que él fue en el pasado, en conjunto con su agradecido reconocimiento de lo que ahora es. En su Segunda Epístola, se presenta a sí mismo como «Simón Pedro». Probablemente el largo nombre en desuso desapareció de la memoria de esa generación; pero el viejo hombre revierte a ello. A través de la bruma de largos años, él recuerda lo que era, y recuerda su “viejo yo” no santificado; pero él no tiene miedo de llamarse a sí mismo Peter. Él es consciente de la vida superior a la suya propia que le fue prometida en la ocasión nunca olvidada mencionada en el texto. (A. Maclaren, D. D.)


Por tanto, el que el Señor le haya llamado por su antiguo nombre, Simón, no contraviene ni merma en absoluto el hecho de que a Simón se le dio un nuevo nombre y que ello se dio en razón de su liderazgo y futuro rol en la Iglesia; sino que más bien, cada uso de Simón por parte del Señor tenía un objetivo específico, vale decir, Aleccionador, Corrector y Formador, lo cual evidencia claramente que el Señor Jesús, Dios mismo, estaba formando y moldeando a su principal apóstol, San Pedro en todos los sentidos, en vista de su futuro rol de pastor de su Iglesia. Nuestro apologista protestante debería ser honesto y preguntarse más bien, ¿Por qué el Señor Jesús no aleccionó de la misma manera personalizada al resto de sus discípulos?

1.4. ¿QUÉ NOS DICEN LOS COMENTARISTAS DICCIONARIOS Y ENCICLOPEDIAS PROTESTANTES SOBRE EL NUEVO NOMBRE DE SIMON?

A continuación citaré varias referencias de comentaristas, diccionarios y enciclopedias protestantes que hacen mención a que hubo un cambio de nombre y/o indican que el nuevo nombre dado por el Señor implica una carga con relación a su nueva función.

Ninguno de estos comentaristas entran en controversias inocuas acerca de si se trataba de un “sobrenombre” o no.

i) Calvino: “(…) El evangelista, por lo tanto, menciona esto como una predicción, que Simon recibió un nuevo nombre.” [Calvin’s Commentary on the Bible]

ii) Nicoll, William R. «Sermon Bible Commentary», dice: “Era algo extraño, de hecho, para un hombre del Este, para quien un nombre siempre conlleva significativos significados, para un miembro de esa raza hebrea con cuya literatura sagrada el pensamiento de cambio de nombre siempre estaba ligado al pensamiento de cambio de la vida, el trabajo, el personaje o el modo de pensar, algo extraño que decirle a un hombre la primera vez que lo conocías.”

iii) Whedon, Daniel. «Whedon’s Commentary on the Bible». Dice: “Jesús le da el nuevo nombre ahora, no tanto, quizás, para describir lo que ya es, si no como para profetizar y asegurarle lo que puede llegar a ser.”

iv) The Pocket Bible Dictionary, 1996 (Protestante) dice «Pe’ter (Rock), Syriac, CEPHAS (Rock) … Su nombre original era Simon o Simeon, pero cuando fue llamado al apostolado, el Señor le dio el nombre de Pedro (CEPHAS) Mateo.16: 18, con una referencia profética a lo que él sería y haría para la iglesia.»

v)Dictionary of Biblical Literacy, 1986, p. 415 (Protestante) dice «Pedro. Griego ‘Petra’, arameo ‘Cefas’, ‘Roca.’ El nombre que Cristo le dio a Simón Bar-Jonás«.

vi) The New World Dictionary-Concordance to the New American Bible p. 527 (Protestante) dice «Pedro. Simón o Simeón, que es la forma griega del nombre, era hijo de Jonás … De Cristo recibió el nombre de Cefa, un nombre arameo que significa roca, traducido al griego por la palabra Petros (Gal .2: 7, 8) …»

vii) The Smith’s Bible Dictionary (Protestante), 1901 «Pedro (roca). Jesús le dio a Pedro el nombre Cefas, una palabra siríaca que responde al griego Pedro, y significa una piedra o roca (Mateo 16:18) … A partir de este momento no puede haber duda de que Pedro ocupó el primer lugar entre los apóstoles, (…)”

viii)The Concise Columbia Encyclopedia, Third Edition Copyright, 1994, dice “Pedro, Santo, A.D. 64? el más prominente de los Doce APOSTOLES, tradicionalmente el primer obispo de Roma. Su nombre era Simón, pero Jesús lo llamó Cephas [arameo, (= (roca), o, en griego, Petros.»

ix)The Pinfoplease Encyclopedia, 1995 dice “Peter, Saint d. ¿D.D. 64 ?, el más prominente de los Doce Discípulos, enumerados primero en los Evangelios, y tradicionalmente el primer obispo de Roma. Su nombre original era Simón, pero Jesús le dio el nombre de Cefas [arameo, = roca], …”

x) Diccionario Bíblico Ilustrado Holman (protestante), 2014, pag 2975. Dice:
“PEDRO Derivado del griego petros que significa “roca”. El nombre aparece 159 veces en el NT. Se llamaba Simón; Jesús le puso el nombre Pedro (Mat.16:18)”

PARTE II: COMENTARIOS Y REFUTACIÓN A LAS SECCIONES: “3. EL CASO DEL ARAMEO.” Y “4. LAS DIFICULTADES DEL ARAMEO”.

Sección “3. El caso del arameo”
En esta parte, nuestro apologista protestante hace referencia al tema de Kefá y Petros/Petra. Esto lo trataré más adelante cuando comente la respectiva sección donde nuestro apologista trata en detalle estos temas.

Sección “4. Las dificultades del arameo”

A continuación voy a comentar lo relevante con relación a los argumentos expuestos por nuestro apologista protestante. Primeramente él afirma lo siguiente: “De hecho, como dato interesante, cuando revisamos los escritos de los cristianos primitivos que hablan acerca de Mateo 16: 18, ninguno de ellos defiende su posición utilizando el argumento del alegado manuscrito arameo. Este argumento comenzó a surgir posterior al descubrimiento de DuTillet.

PRIMERO. Hay que señalar en primer lugar que muchos de los Padres y Escritores Eclesiásticos de los primeros siglos de la Iglesia (“cristianos primitivos”) no solo tenían como lengua materna el griego (Padres Griegos), sino que eran además muy doctos (maestros) en dicha lengua. Del mismo modo, un grupo de ellos (Padres Sirios) tenían como lengua materna y eran muy doctos (maestros) en Siriaco (v.g. Sozomen afirma ello sobre San Efrén el Sirio), siendo éste idioma el más cercano al Arameo, no solo por ser un dialecto derivado del mismo, sino por otros múltiples rasgos (v.g. la escritura siriaca proviene del alfabeto arameo, etc.).

SEGUNDO. En segundo lugar, el entendimiento general de los Padres y Escritores Eclesiásticos de los primeros siglos de la Iglesia con relación a Mateo 16.18, estaba muy claro (ver Cuarenta y dos (42) Padres de la Iglesia y Escritores Eclesiásticos de los primeros siglos muestran que San Pedro es la Roca donde se edifica y/o fundamenta la Iglesia en Mateo 16:18): ellos tenían presente que San Pedro es la roca y/o fundamento sobre el cual se edifica la Iglesia del Señor, además de otras interpretaciones ortodoxas (Ver Cronología, usos y armonía patrística de las interpretaciones “San Pedro” y la “Confesión de Fe de San Pedro” como la Roca en Mateo 16:18); y ello estaba además en total armonía con el entendimiento sobre la posición de la Silla del Obispo de Roma en la Cristiandad de los primeros siglos. Aquí nuestro apologista protestante debería ser honesto y preguntarse ¿Por qué los doctos Padres Griegos no se percataron de la “distinción” entre Petros / Petra?

TERCERO. Hay Padres y Escritores Eclesiásticos de los primeros siglos de la Iglesia que evidenciaron que su cuerpo de Fe y creencias no dependía única y exclusivamente de la interpretación de tal o cual versículo bíblico, como es obligatorio para el protestantismo, sino que para ellos era suficiente apelar a la Tradición, es decir, a lo que siempre creyó la Iglesia y que fue transmitido desde los inicios. Por ejemplo, para San Agustín no existía la angustia de obtener una interpretación taxativa de Mateo 16.18 para creer en la Primacía del Obispo de Roma, ya que, como sabemos, en sus retractaciones dejó abierta la interpretación de dicho pasaje. No obstante, San Agustín era un férreo defensor de la Autoridad del Obispo de Roma.

CUARTO. Nuestro apologista afirma “ninguno de ellos defiende su posición utilizando el argumento del alegado manuscrito arameo«. La respuesta es simple. En el caso de los Padres Griegos ninguno lo defendió apelando al arameo, porque sencillamente nadie atacó la primacía del Obispo de Roma empleando el argumento de la distinción entre Petros / Petra, lo cual evidencia que ni entre los herejes fluentes y doctos en Griego se consideró como válida tal distinción para elaborar una objeción. Las objeciones contra el primado iban en otros sentidos. Por ejemplo, cuando Tertuliano salió de la Comunión de la Iglesia, usó todos usos recursos intelectuales para atacar la primacía del Obispo de Roma, y al referirse a Mateo 16.18, NUNCA afirmó que San Pedro sea una piedra pequeña o que no sea el objeto al que se refiere la segunda cláusula (petra); lo que más bien alegó Tertuliano fue que las prerrogativas otorgadas por el Señor se dirigían únicamente a la persona de San Pedro, y que ni sus sucesores ni la Iglesia tenían parte en dichas prerrogativas, a menos que alguno de ellos sea un apóstol o un profeta, en cuyo caso deberían demostrar dicho origen divino. (ver [De pudicitia, Chapter 21. Of the Difference Between Discipline and Power, and of the Power of the Keys.])

QUINTO. El alegato de nuestro apologista protestante no tiene sentido alguno para el caso de los Padres Sirios, ya que en la literatura cristiana Siriaca se usa la misma palabra en ambos lugares de Mateo 16:18 y no se tienen dos palabras Petros/Petra que sí se presenta en el griego. Para ello es suficiente revisar la Peshitta Siríaca y el Diatessaron de Tatian el Sirio, así como los escritos de los Padres Sirios (San Efrén el Sirio, Afraates el Sirio, etc.).

SEXTO. En el Cisma con los Griegos Ortodoxos, estos esgrimieron argumentos de todo calibre y muy especializados para denegar la autoridad del Papa, sin embargo, NUNCA apelaron a alguna distinción entre Petros/Petra. Si consideramos que las objeciones de los griegos empezaron algunos siglos antes del Cisma, nuestro apologista protestante debería ser honesto y preguntarse ¿Por qué los Griegos Ortodoxos, muy doctos y expertos en Griego, durante todos esos siglos y sobre todo en el pico de la controversia con la Sede de Roma nunca emplearon el argumento de “distinción” entre Petros/Petra? Ese argumento habría sido invaluable y “artillería pesada” en la controversia con los apologistas de la Iglesia de Roma.

SÉPTIMO. Durante la controversia con los protestantes en el siglo de la “reforma”, ninguno de los “reformadores” recurrió al argumento de distinción entre “piedra pequeña” vs “piedra grande”. Lutero, quien era versado en griego y férreo opositor a la “Supremacía del Papa de Roma”, NUNCA empleó el argumento de la “distinción entre Petros y Petra”. Más aun, Calvino admitió que Petros y Petra eran la misma palabra en Griego Koiné.

OCTAVO. Si hablamos de eiségesis o recursos tardíos, el argumento de distinción entre Petros/Petra sería más bien el de aparición tardía, toda vez que no habría existido antes del siglo XIX.

Nuestro apologista continúa con la siguiente afirmación:

«2. Algunos han planteado que el idioma arameo era usado por los hebreos tanto como el griego, es decir, con la misma frecuencia, pero cuando echamos un vistazo a la Escritura nos damos cuenta de que ese no es el caso«.

Si antes nuestro apologista protestante estaba nadando contra la corriente, aquí está nadando contra la cascada. El asunto del lenguaje que se hablaba en la Palestina del primer siglo y en particular el lenguaje que empleaba el Señor de manera cotidiana, ha estado resuelto en gran medida y desde hace muchos años por los expertos, eruditos y académicos competentes en el tema. La gran mayoría de expertos concuerdan en que el Señor Jesús habló y enseñó primariamente en Arameo durante su ministerio, aunque sin descartar que pudo haber usado el Hebreo pero con mucha menor frecuencia que el Arameo (v.g. en las sinagogas), y también el Griego en situaciones muy puntuales.

Dicha posición está respaldada por una importante cantidad de eruditos y estudiosos, muchos de ellos célebres y de reconocido prestigio, tales como: G. Dalman (1); P. Lapide (2); Black (3); Wellhausen (4); Jouon (5); Bardy (6); Wilcox (7); Feldman (8); Torrey (9); Fitzmyer (10); Poirier (11); Casey (12); Barr (13); Stein (14); Lee (15); Draper (16). En suma, la opinión académica a favor de esta conclusión es abrumadora.

(1) Jesus-Jeshua: Studies in the Gospels (trans. P.P. Levertoff; London: SPCK, 1929)
(2) ‘Insights from Qumran into the Language of Jesus’, RevQ 8 (1975)
(3) Matthew Black, ‘Aramaic Studies and the Language of Jesus’, BZAW, 103, Berlin: Topelmann, 1968.
(4) J. Wellhausen ‘Approach to the Aramaic Gospels’, Zeitschrift der Deutschen Morgenlandischen Gesellschaft 101 (ns 26) (1951)
(5) P. Jouon ‘Quelques aramaismes: sous-jacent au grec des Evangiles’, RSR 17.
(6) G. Bardy ‘La question des langues dans l’eglise ancienne’, I (Paris: Beauchesnte, 1948)
(7) M. Wilcox, ‘The Semitisms of Acts’, Oxford: Clarendon Press, 1965.
(8) L.H. Feldman, ‘How much Hellenism in Jewis Palestine?’, HUCA 57.
(9) Charles C. Torrey, ‘The Aramaic of the Gospels’, JBL 61
(10) Joseph A. Fitzmyer, ‘The Languages of Palestine in the First Century AD.’
(11) John C. Poiriers ‘The Linguistic Situation in Jewish Palestine in Late Antiquity’, JGRChJ 4 (2007) 55-134
(12) P.M. Casey ‘In which language did Jesus teach?’
(13) James Barr, ‘Which Language did Jesus Speak?’, Some Rem arks of a Semitist,” Bulletin of the John Rylands Library 53/1 (Autumn 1 970).
(14) Robert H. Stein, ‘The Method and Message of Jesus’ Teachings; Westminster John Knox Press, 1994.
(15) Sang-Il Lee, Jesus and Gospel Traditions in Bilingual Context: A Study in the Interdirectionality of Language (Walter de Gruyter, 2012)
(16) H. Mudie Draper, ‘Did Jesus Speak Greek?

En adición a ello, a continuación citaré referencias adicionales que permiten refrendar dicha posición.

2.1.PRIMERO: REFERENCIAS GENERALES DIVERSAS (enciclopedias, libros, institutos, eruditos, etc)

i) Enciclopedia Judaica:
http://www.jewishencyclopedia.com/articles/1707-aramaic-language-among-the-jews

El Targum, la versión aramea de las Escrituras.

El monumento literario más antiguo de la Aramaización de Israel sería el Targum, la versión aramea de las Escrituras, si no fuera porque recibió su revisión final en una época algo posterior. El Targum, como institución, se remonta a los primeros siglos del Segundo Templo. Es posible que Ezra no haya sido, como dice la tradición, el inaugurador del Targum; pero no pudo haber sido mucho después de sus días que se hizo sentir la necesidad de complementar la lectura pública del texto hebreo de las Escrituras en la sinagoga mediante una traducción al arameo vernacular. La Halakah tannaítica habla del Targum como una institución estrechamente relacionada con la lectura bíblica pública, y una de larga data. Pero, así como la traducción de la lección de las Escrituras para el beneficio de las personas reunidas en la sinagoga tenía que ser en arameo, todas las direcciones y homilías que se basaban en las Escrituras tenían que ser en el mismo idioma. Así, Jesús y sus discípulos más cercanos hablaban arameo y enseñaban en él (véase Dalman, «Die Worte Jesu»).

ii) Testimonio de Flavio Josefo:

El historiador judío del siglo I Flavio Josefo (37 o 38 – aproximadamente 101 d. C.) da testimonio del hecho de que el Arameo y el Hebreo eran los idiomas de los judíos del primer siglo. Además, él testifica que el arameo, y NO el griego, era el lenguaje cotidiano de su lugar y tiempo. En sus escritos, Josefo nos da el único relato de primera mano de la destrucción del Templo por los romanos en el año 70 DC. Según Josefo, los romanos tuvieron que pedirle que tradujera la demanda de rendición a los judíos a «su propio idioma» (Guerra de los Judío, 5: 9: 2). Josefo también nos da una declaración clara e inequívoca con respecto al lenguaje de su pueblo durante su tiempo:

“También me he tomado muchas molestias para aprender griego, aunque hace tiempo que estoy acostumbrado a hablar en nuestro idioma, que no puedo pronunciar el griego con suficiente exactitud: porque nuestra nación no alienta a aprender los idiomas de muchas naciones (Antigüedades de los Judios, 20: 1: 2).

Aquí había un hombre muy educado, un historiador nacido del linaje real y sacerdotal, un miembro de los fariseos y una figura pública que, antes de la revuelta judía contra Roma, había hecho amigos en la corte del emperador Nerón, y no podía «Pronunciar griego con suficiente exactitud: ¡porque nuestra nación no alienta a aprender los idiomas de muchas naciones»! Por lo tanto, Josefo deja muy claro que los judíos del primer siglo ni siquiera podían hablar o entender el griego, sino que hablaban su «propio idioma».

Es más, los académicos indican que la lengua materna de Flavio Josefo era el Arameo (c.f. Reinhard Pummer, “The Samaritans in Flavius Josephus”; Rajak, “Josephus”; Gohei Hata, “Is the Greek Version of Josephus’ Jewish War a Traslation?”; y Mason, “Of Audience and Meaning”) y que Josefo escribió su obra primero en su lengua materna antes de traducirla al griego (c.f. The Sixth Oriental Monarchy).

iii) El Hebrew Union College, Jewish Insstitute of Religion de Cincinati, USA, nos dice lo siguiente (http://cal.huc.edu/menu_index.html):

Arameo como lengua imperial
El arameo fue utilizado por los asirios conquistadores como un lenguaje de comunicación de la administración, y siguiéndolos por los imperios babilónico y persa, que gobernaron desde la India hasta Etiopía, y emplearon el arameo como idioma oficial. Para este período, entonces (alrededor de 700-320 a.C.E.), el arameo tenía una posición similar a la ocupada por el inglés hoy en día. Los documentos más importantes de este período son numerosos papiros de Egipto y Palestina.

Arameo Bíblico
El arameo desplazó al hebreo para muchos propósitos entre los judíos, hecho que se refleja en la Biblia, donde partes de Ezra y Daniel están en arameo. Algunas de las historias más conocidas en la literatura bíblica, incluida la de la fiesta de Belshazzar con la famosa «escritura en la pared» están en arameo.

Literatura aramea judía
El arameo siguió siendo un idioma dominante para el culto judío, la erudición y la vida cotidiana durante siglos tanto en la tierra de Israel como en la diáspora, especialmente en Babilonia. Entre los Rollos del Mar Muerto, los restos de la biblioteca de una secta judía de alrededor del cambio de la Era, son muchas composiciones en arameo. Estos nuevos textos también proporcionan la mejor evidencia del arameo palestino del tipo utilizado por Jesús y sus discípulos.

Dado que los judíos hablaban arameo, y el conocimiento del hebreo ya no estaba extendido, en la sinagoga surgió la práctica de proporcionar la lectura de las sagradas escrituras hebreas con una traducción aramea o paráfrasis, un «Targum». En el transcurso del tiempo, toda una serie de Targums para la Ley y otras partes de la Biblia fueron compuestos. Más que traducciones, incorporaron gran parte de la interpretación bíblica judía tradicional.

En sus academias, los rabinos y sus discípulos transmitieron, comentaron y debatieron la ley judía; los registros de sus deliberaciones constituyen los dos talmud: el de la tierra de Israel y el Talmud de Babilonia, mucho más grande. Aunque los talmuds contienen mucho material en hebreo, el lenguaje básico de estas vastas compilaciones es el arameo (en dialectos occidentales y orientales).

Literatura aramea cristiana
Aunque Jesús hablaba arameo, los Evangelios están en griego, y solo raramente citan palabras arameas reales. La reconstrucción del fondo arameo de los Evangelios sigue siendo un área fascinante, pero desmesuradamente difícil, de la investigación moderna. Los cristianos en Palestina finalmente convirtieron partes de las Escrituras cristianas en su dialecto arameo; estas traducciones y escritos relacionados constituyen «arameo cristiano palestino».

iv) La obra especializada “Chaldeans: Present and Past” de Michael J. Bazzi. 1991, nos dice:

“En algún momento, entre 721-500 A. C., el lenguaje de la gente de Palestina cambió del hebreo al arameo. Por lo tanto, sabemos que Jesús y sus discípulos hablaban arameo y escribieron en este idioma mientras predicaban el mensaje del cristianismo en Palestina, Siria y Mesopotamia.”

v) La obra especializada “Jewish and Christian self-definition” de E.P. Sanders, Fortress Press: Philadelphia, 1981, nos dice lo siguiente:

“Hacia el final de la monarquía judaica, el arameo ya se había convertido en el idioma generalmente aceptado del comercio y la política en Siria y Palestina (II Reyes 18:26), en gran parte debido a la importancia del reino de Damasco y los otros estados sirios. Además, los asirios y babilonios se habían asentado en pueblos de habla aramea en Israel y Judá. Durante el exilio, la nobleza israelita y judaica adoptó el arameo porque era el idioma internacional y lo trajo consigo cuando regresaron a su patria anterior. Debido a que los Aqueménides aceptaron el dominio del arameo, lo convirtieron en el idioma oficial de Siria y Palestina (Ezra 4: 7), lo que permitió el desarrollo de un arameo especial de alcance imperial. El hebreo siguió siendo el idioma del culto judío, pero el arameo gradualmente se convirtió en el idioma generalmente hablado de Palestina. Siguió siendo el idioma de judíos y cristianos en Palestina hasta la antigüedad tardía. Este factor lingüístico, al que Ciro y los Aqueménides contribuyeron, fue esencial para la unidad intelectual y espiritual del judaísmo.” (…)

En el primer tercio del siglo II A. C. un grupo de ricos aristócratas judíos llegó al poder en Palestina, quienes se sintieron atraído por los símbolos del helenismo. «Sin embargo, incluso cuando el griego se convirtió en el idioma preferido para la literatura, la cultura, la política y el comercio» entre la élite «, el arameo permaneció como el lenguaje de la gente común hasta la conquista de los musulmanes en el siglo VII D.C. donde introdujeron el idioma arameo al Cercano Oriente «(ibid., p 39, 41)

vi) La obra especializada “The Bible as Literature: The New Testament” de Buckner B. Trawick, 1968, nos dice lo siguiente:

Es casi seguro que Jesús habló y enseñó en arameo, el lenguaje cotidiano del campesino galileo. Pero nuestros Evangelios están en griego. Si fueron los evangelistas mismos o algunos intermediarios los primeros que contaron las historias del Evangelio en griego, hubo en algún momento el peligro de traducir incorrectamente las palabras arameas de Jesús … hay una tradición antigua, transmitida desde el siglo II A.D., que indica que el Evangelio según Mateo fue escrito primero en arameo. Varios eruditos modernos han concluido que los cuatro Evangelios y el libro de Hechos fueron escritos en arameo; construcciones gramaticales y modismos en estos libros indican una versión aramea subyacente. Sin embargo, no se han descubierto tales versiones y, por lo tanto, es habitual que los eruditos bíblicos traten el texto griego de los Evangelios y las Leyes como si fueran los «originales».

vii) La obra “A History of the Ancient World” de Chester G. Starr, 1991, indica:

Cristo mismo habló arameo y pudo haber conocido solo partes de la cultura helenística que se filtraban a Galilea … Detrás de los Evangelios … yace una versión aramea perdida de las enseñanzas de Cristo …

viii) Opinión del erudito John C. Poirier, PhD., Jewish Theological Seminary of America,catedrático en estudios bíblicos en el Kingswell Theological Seminary, Cincinati, USA.

En su minucioso trabajo de investigación “The linguistic situation in jewish palestine in late antiquity” (Journal of Greco-Roman Christianity and Judaism , JGRChJ , 4 (2007) 55-134), desarrolla una presentación y análisis riguroso de las pruebas que le permiten refrendar la posición de que el Arameo era el principal y más difundido lenguaje vernacular en la Palestina Judía del primer siglo, aunque sin descartar que existía también cierto uso del hebreo y griego en menor medida. En ese sentido, la conclusión natural es que el lenguaje que el Señor Jesús empleó para casi todo su ministerio público en Palestina fue el Arameo.

ix) Erudito Joseph A. Fitzmyer.

Ante la pregunta de cuál era el idioma que se hablaba comúnmente en Palestina en el tiempo de Jesús de Nazaret, la mayoría de las personas con algún conocimiento de esa época y área responderían casi espontáneamente: el arameo. (“The Languages of Palestine in the First Century AD.”)

Fitzmyer afirma: «¿El mismo Jesús hablaba griego? La respuesta es casi seguro que sí. La pregunta más difícil, sin embargo, es si él enseñó en griego «(» Did Jesus Speak Greek «60). Fitzmyer concluye que Jesús usualmente usaba el arameo para «conversar y enseñar» (ibid.).

x) La obra ‘La Biblia Judía y la Biblia Cristiana’, Julio Trebolle Barrera, pag 74, indica lo siguiente:

La lengua original del NT fue el griego, aunque los logia o dichos de Jesús y otras partes del NT se transmitieron con anterioridad por algún tiempo en arameo (o hebreo).

xi) La obra de Sebastian P. Brock ‘The Hidden Pearl: The ancient Aramaic heritage’, 3 volúmenes, nos dice lo siguiente:

En los tiempos de Jesús, el Arameo fue la lengua entre Judíos y Gentiles por igual.

xii) La obra de Bryan L. Liftin, ‘Getting to Know the Church Fathers: An Evangelical Introduction’, Baker Publishing Group, 2007, indica lo siguiente:

Durante el primer siglo, el arameo había llegado a ser predominante en Israel, de manera que esta fue la lengua que Jesús y sus contemporáneos habrían hablado. (…)
Con el tiempo, el arameo que Jesús habló en el primer siglo evolucionó …

xiii) En la obra especializada de Ken Lenz, ‘God’s Son “Forsaken”, His sacrificed, finished!’, el autor indica:

Debido a que Marcos escribió su Evangelio para los Romanos, el registró las palabras de Jesús en la cruz enteramente en su original Arameo, el cual era hablado comúnmente por Jesús.

xiv) Ben Mardutho – Syriac Institute, dice:

Siriaco es una forma de Arameo, un idioma cuyos dialectos han estado en uso continuo desde el siglo 11 AC. Siendo originalmente el idioma del pueblo Arameo, el Arameo se convirtió en la “lengua franca” del Cercano Oriente en el siglo VI A.C. Era la lengua nativa de los antiguos caldeos, un segundo idioma para los asirio-babilonios, un idioma oficial de los aqueos de Persia, y un lenguaje de uso común de los judíos que llegó a reemplazar al hebreo. Jesús y los apóstoles hablaron y predicaron en Arameo.

xv) Erudito Maurice Casey, ‘Handbook for the Study of the Historical Jesus (4 Vols), Vol 3, pag 1343’.

Jesús habló en Arameo, tanto cuando conversaba con sus discípulos y cuando enseñaba a las muchedumbres de judíos del pueblo.

xvi) Web de estudio de lenguas antiguas. (https://phoenicia.org/aramaicjesus.html)

La evidencia del Arameo en el lenguaje de Jesús es imposible de explicar si el Arameo no fuese su lengua comúnmente usada. (…) Hoy en día, hay pocos estudiosos que no están de acuerdo en que en Galilea y Samaria, el lenguaje hablado de la época, era básicamente Arameo. Las controversias sin embargo, se dan con relación a la extensión del uso del arameo en Judea, que está más al sur.

2.2. SEGUNDO: ERUDITOS, COMENTARISTAS Y ENCICLOPEDIAS PROTESTANTES SOBRE LA LENGUA HABLADA POR EL SEÑOR JESÚS

A continuación listaré un conjunto de comentarios, enciclopedias y eruditos protestantes que señalan que el lenguaje que el Señor habló de manera ordinaria durante su ministerio fue el Arameo (Siro-Caldeo).

i) La página protestante “gotquestions” nos brinda la siguiente respuesta a la pregunta ¿Qué lengua habló Jesús? (https://www.gotquestions.org/language-Jesus-speak.html)

Respuesta: Si bien es muy probable que Jesús hablara arameo, hebreo y griego, el arameo era probablemente el idioma que Jesús más hablaba. Los Evangelios registran a Jesús hablando numerosas palabras arameas: talitha koum (Marcos 5:41); efatha (Marcos 7:34); eloi eloi lama sabachthani (Mateo 27:46; Marcos 15:34); abba (Marcos 14:36). Los historiadores, arqueólogos y antropólogos culturales están casi universalmente de acuerdo en que el arameo era el idioma común o coloquial en Israel durante el tiempo de Jesús. El arameo era muy similar al hebreo, pero con muchas palabras y frases que fueron tomadas de otros idiomas y culturas, especialmente de Babilonia.

ii) Ministerio Protestante Compelling Truth. (https://www.compellingtruth.org/)

Los Evangelios revelan a Jesús hablando numerosas palabras en arameo: 1) talitha koum (niña, levántate) (Marcos 5:41), 2) ephphatha (abre) (Marcos 7:34), 3) eloi, eloi, lama sabachthani (Mi Dios, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?) (Mateo 27:46; Marcos 15:34), y 4) abba (padre / papi) (Marcos 14:36). Además, los historiadores han establecido que el arameo era el idioma judío común que se hablaba durante este período de tiempo, lo que significa que la mayoría de las palabras pronunciadas por Jesús estaban en arameo. (…)

iii) Thomas Coke en su “Comentario de la Santa Biblia” indica lo siguiente:

Mateo 27:46. Jesús clamó a gran voz y dijo: & c.- Un poco antes de su expiración, Jesús repitió el primer versículo del Salmo 22 pronunciándolo en el dialecto siríaco, que era el idioma común del país; y hablando a gran voz, para que todos los que estaban alrededor pudieran escucharlo claramente, y supieran que él era la persona de la que hablaba David.

iv) Henry Alford en su obra “Greek Testament Critical Exegetical Commentary”, nos indica lo siguiente

46.] Ver Salmos 22: 1. Las palabras λεμὰ σαβαχθανί son caldeo, y no hebreo. Nuestro Señor lo habló en el dialecto ordinario, no en el texto sagrado en sí mismo.

v) Justin Edwards en su “Family Bible New Testament” nos aclara lo siguiente:

Eli, Eli, lama sabachthani; una frase en el lenguaje caldeo, tal como se habló en dicha época en Judea, explicado en la última parte del versículo. Salmos 22: 1.

vi) El “Cambridge Greek Testament for Schools and Colleges” señala lo siguiente:

46. Ἠλὶ ἠλί, λεμὰ σαβαχθανεί; (Salmos 22: 1) Sh’baktani es una forma aramea y aparece en la paráfrasis de Caldeo para el hebreo azabtani. Tales citas del arameo son muy valiosas e interesantes como evidencia del lenguaje más familiar para Jesús, y también de la exactitud reverente de los evangelistas.

vi) Daniel Whedon, en su «Whedon’s Commentary on the Bible» indica lo siguiente:

46. Alrededor de la novena hora – Al final de la oscuridad. Eli – Estas palabras son del primer versículo de Salmos 22, citado por nuestro Señor en el lenguaje siro-caldeo, el lenguaje de uso común en la época.

vii) Phillip Schaff, en su «Schaff’s Popular Commentary on the New Testament» señala lo siguiente:

Eli, Eli. Las primeras palabras de Salmos 22, dadas por Marcos en el dialecto arameo que se hablaba en ese entonces: ‘Eloi, Eloi’.

viii) W. Robertson Nicol en su «The Expositor’s Greek Testament» señala:

Mateo 27:46. ἠλί, ἠλί, etc.: las palabras iniciales de Salmos 22, pero en parte al menos en arameo no en hebreo, tal como están en Codex (WH (156)), ἐλωί, ἐλωί, etc., que corresponden exactamente a la versión en Marcos.- ἠλί, ἠλί, si la lectura verdadera en Mateo, parece ser una alteración hecha para adaptarse a lo que sigue, por lo cual la pronunciación de Jesús se convierte en una mezcla de hebreo y arameo. No es probable que Jesús se exprese así mismo. Él hablaría completamente, ya sea en hebreo o en arameo, diciendo en un caso: «eli eli lamah asavtani»; en el otro: «eloi eloi lema savachtani».

xi) Joseph Benson en su “Joseph Benson’s Commentary” indica lo siguiente:
Mateo 27:46. Alrededor de la novena hora – Justo antes de que expirara; Jesús clamó a gran voz: -la gran agonía de nuestro Señor probablemente continuó durante tres horas enteras, al final de las cuales gritó así, mientras sufría del mismo Dios, y probablemente también de los poderes de la oscuridad, lo que era indecible; Eli, Eli, lama sabachthani – Estas palabras son citadas del primer verso del Salmo veintidós, pero debe observarse que no son las palabras mismas del original hebreo; pero están en lo que se llama siro-caldeo, en ese momento el idioma del país, y el dialecto que nuestro Señor parece haber usado siempre.

xii) La Enciclopedia de la Biblia 1941 (Protestante) nos dice:

«Tenga en cuenta que Cristo no habló a los discípulos en griego. Hablaba arameo, el idioma común de Palestina en ese momento. En ese idioma, la palabra para roca es Cepha, que es como Jesús lo llamó en los sermones diarios (nótese que en Juan 1:42 le dijeron: «Serás llamado Cefas»). Lo que Jesús dijo en Mateo 16:18 fue así: «Tú eres Cefa, y sobre esta Cefa Edificaré mi Iglesia».

xiii) El Diccionario Enciclopédico de la Biblia (Protestante), 1962, vol. II, p. 1815 dice:

La palabra aramea para ‘roca’ es Cepha, y esta es sin duda la palabra que Jesús usó en referencia a Pedro. En la primera iglesia de habla aramea, P. (Pedro) fue sin duda llamado ‘Cefas’… La abundante evidencia en el Nuevo Testamento muestra que Pedro actuó como la cabeza de los apóstoles durante la vida terrenal de Cristo, así como también después de la ascensión de Cristo al cielo «….

xiv) Albert Barnes en su obra «Barnes’ Notes on the New Testament» dice lo siguiente:

Eli, Eli … – Este idioma no es hebreo ni siríaco puro, sino una mezcla de ambos, comúnmente llamado «siro-caldeo». Este fue probablemente el idioma que el Salvador comúnmente habló. Las palabras están tomadas de Salmos 22: 1.

2.3. EXÉGESIS DE MATEO 27:46 al 49.

En un intento por tratar de apoyar su versión de que el Griego era el idioma hablado por nuestro Señor, nuestro apologista protestante nos presenta la siguiente interpretación con relación a dicho versículo:

«Tomemos por ejemplo el evento de la crucifixión que registra el capitulo veintisiete de Mateo. El pasaje registra lo siguiente:

Mateo 27:46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?


En este pasaje vemos que Mateo traduce correctamente la frase aramea Elí, Elí, ¿lama sabactani?, pero todos los presentes pensaron que Jesús llamaba a Elías para que lo auxiliara. Sucede que entre los hebreos había una tradición que decía que se podía invocar al profeta para auxilio en momentos de dificultad.

Vean la reacción de los presentes cuando Cristo dijo estas palabras:

27:47 Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste.
27:49 Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle.

Ahora bien, si el arameo se hablaba tanto como algunos suponen seguramente estos hebreos que estuvieron en la escena de la cruz hubieran entendido perfectamente el clamor de Cristo, pero no fue así. Los hebreos de aquel tiempo estaban tan helenizados que sus idiomas naturales quedaron en segundo plano.


Desde Alejandro Magno fue tanta la penetración del griego en todo lugar que inclusive la carta de Pablo a los Romanos se escribió, no en el latín de ellos, sino en el griego de todos. También, la carta a los Hebreos fue escrita para judíos de Palestina que como dice su título eran hebreos, sin embargo fue escrita en griego y los pasajes del AT que se citan en dicha epístola son de la Septuaginta casi en su totalidad

Al respecto, dejemos que sus mismos colegas protestantes expliquen estos textos a nuestro apologista protestante.

2.4. SOBRE MATEO 27:47.

i) Albert Barnes en su «Barnes’ Notes on the New Testament» nos indica lo siguiente:

Este hombre llama a Elías – Esto fue hecho a propósito para burlarse de él y sus pretensiones de ser el Mesías. Ante las palabras «Eli, Eli» podrían fingir fácilmente que entendían que estas palabas significaban Elias, o que los pervertían. La burla sería más cruel, porque era la creencia universal de los judíos, así como también la doctrina de Cristo, que «Elías» vendría antes que el Mesías. Se burlaban de él ahora, al invocar a «Elías» cuando Dios no lo ayudaba; manteniendo las pretensiones de ser el Mesías, e invocando a «Elijah» para que venga de entre los muertos para ayudarlo. O es posible que esto haya sido dicho por algunos transeúntes que no entendieron el idioma en el que habló, o que podrían no haber estado lo suficientemente cerca como para escucharlo claramente.

Empiezo con Barnes porque este presenta las tres interpretaciones posibles de estos textos, con preferencia sobre la primera de ellas.

– La primera interpretación, y la más probable como se verá luego de citar a otros comentaristas protestantes, indica que los judíos cercanos a la Cruz entendían perfectamente lo que hablaba el Señor desde la Cruz, sin embargo, la respuesta de estos judíos fue de escarnio y burla hacia él.
– La segunda interpretación indica que lo recogido en dicho versículo haya sido dicho por judíos helenizados (que no entendían Arameo/Hebreo) o por terceras personas que no entendieron el idioma del Señor.
– La tercera interpretación es que simplemente no le escucharon correctamente por no haber estado lo suficientemente cerca de la Cruz del Señor.

ii) Theodoro de Beza, en su Biblia de Génova indica lo siguiente:

Algunos de los que estaban allí, cuando oyeron [eso], dijeron: Este [hombre] llama a Elias 9(p).

(p) Aluden al nombre de Elias, no porque no entendieran lo que él dijo, sino por una profana insolencia y falta de respeto, y él repitió esas palabras para que esta repetición del nombre pudiera ser entendida.

iii) Juan Calvino en sus comentarios a la Biblia nos indica lo siguiente:

47. Él llama a Elijah. Aquellos que consideran esto como hablado por los soldados, ignorantes y ajenos al idioma siríaco, y no familiarizados con la religión judía, y que imaginan que los soldados cometieron un error similar a las palabras, están, en mi opinión, equivocados. No creo que sea probable que erraran por ignorancia, sino que deliberadamente intentaron burlarse de Cristo y convertir su oración en una ocasión de difamación. Porque Satanás no tiene un método más eficaz para arruinar la salvación de los piadosos, que disuadirlos de invocar a Dios. Por esta razón, emplea a sus agentes para alejarnos, en la medida de lo posible, del deseo de rezar. Por lo tanto, impulsó a los malvados enemigos de Cristo a burlarse de su oración, con la intención de despojarlo de su armadura principal mediante esta estratagema. Y ciertamente es una tentación muy grave, cuando la oración parece estar muy lejos de cedernos alguna ventaja, que Dios expone su nombre a reproches, en lugar de prestar un carro apropiado a nuestras oraciones. Este lenguaje irónico, por lo tanto, o más bien este ladrido de perros, equivale a decir que Cristo no tiene acceso a Dios, porque, al implorar a Elijah, busca alivio en otro lado. Así vemos que fue torturado por todas partes, para que, abrumado por la desesperación, pudiera abstenerse de invocar a Dios, que era abandonar la salvación. Pero si ahora se encuentra que los peleadores contratados del Anticristo, así como los hombres malvados que existen en la Iglesia pervierten bastamente sus calumnias, lo que hemos dicho correctamente, no nos preguntemos si lo mismo debería sucederle a nuestra Cabeza. Sin embargo, aunque puedan convertir a Dios en Elías, cuando nos hayan ridiculizado hasta el límite de su corazón, Dios escuchará nuestros gemidos al fin y demostrará que él reivindica su gloria y castiga la falsedad básica.

iv) John Trapp en su obra «John Trapp Complete Commentary» comenta lo siguiente:

47 Algunos de los que estaban allí, cuando oyeron eso, dijeron: Este llama a Elias.

Ver. 47. Este hombre llama a Elias]. Un error malicioso, un sarcasmo diabólico. Mientras la oscuridad estaba sobre ellos, estaban sobrecogidos y acallados; sus bocas fueron recortadas (como deben ser los caballos, dice el salmista, Salmos 32: 9, como el mar fue por nuestro Salvador, Marcos 4:39, πεφιμωσο), y sujetados con freno y freno para que no se acerquen a ti. Pero apenas volvió a encenderse, vuelven a estar en su antiguo oficio, ridiculizando a nuestro Salvador y depravando sus palabras, como si, abandonado su esperanza en Dios, hubiera huido a Elías en busca de ayuda.

v) Thomas Coke en su obra «Commentary on the Holy Bible» comenta lo siguiente:

Mateo 27:47. Este hombre llama a Elías. Aunque Jesús habló en el dialecto vulgar, algunas de las personas presentes no lo entendieron; porque ellos creían que él había invocado al profeta Elías para que lo ayudara. Por lo tanto, algunos han conjeturado que eran soldados romanos que malinterpretaron las palabras de Cristo. La conjetura, sin embargo, no puede ser admitida, a menos que estos soldados fueran prosélitos, y hayan aprendido el idioma y la religión de los judíos más de lo que es razonable suponer. Por lo tanto, podemos pensar que fueron los propios compatriotas de nuestro Señor quienes dieron su opinión sobre el significado de sus palabras; y aunque lo malinterpretaron, esto no pudo ser ni por su ignorancia del lenguaje en que hablaba, ni por haberlo oído incorrectamente, porque él habló a gran voz; sino que lo malinterpretaron para no reconecer que estaba repitiendo las palabras del Salmo 22. Otros han supuesto que este fue el error de algunos judíos helenistas, que no entendían el lenguaje siro-caldeo. Ver Armonía de Craddock, parte 2: p. 256 y Grotius.

vi) Henry Alford en su monumental obra «Greek Testament Critical Exegetical Commentary» nos comenta lo siguiente:

47.] Esto no fue dicho por los soldados romanos, que no podían saber nada de Elías; tampoco fue un malentendido de los espectadores judíos, que debieron haber comprendido bien la importancia de ἡλί: ni tampoco se dijo en ninguna aprensión, desde la oscuridad sobrenatural, que Elías realmente vendría (Olsh); sino que fue respondido así como una burla intencionada, tal como la palabra οὗτος, – ‘este entre los tres’ – indica claramente. Este es uno de los casos en que aquellos que defienden un Evangelio hebreo original de Mateo están obligados a suponer que el traductor griego ha conservado las palabras originales, a fin de aclarar el motivo de la respuesta.

vii) Heinrich Meyer en su monumental obra «Critical and Exegetical Commentary on the New Testament» nos indica lo siguiente:

Mateo 27:47 Una movida despiadada de los judíos, fundada sobre una perversa y maliciosa perversión de las palabras ἠλί, ἠλί, y no un malentendido de su significado por parte de los soldados romanos (Euthymius Zigabenus), o judíos analfabetos (Theophylact, Erasmus, Olshausen, Lange), o helenistas (Grotius), porque todo el contexto nos introduce a una escena tras otra de burla envenenada; ver Mateo 27:49.

viii) John Gill en su «Exposition of the whole Bible» nos indica lo siguiente:

“No podían ser los soldados romanos los que dijeron estas palabras, ya que no tenían noción de Elías; más bien, los judíos helenísticos, que no entendían tan bien el idioma hebreo, oyendo las palabras anteriores, y teniendo alguna noción del profeta Elías, imaginaban que lo estaba llamando; aunque parece muy probable que sean los judíos, quienes, ya sea por el error de ellos, por no estar lo suficientemente cerca para oírlos y distinguirlos, realmente pensaron que él llamó a ese profeta; o también podrían haberlo confundido intencionalmente con el fin de bromear y ridiculizarlo.”

ix) El «Cambridge Greek Testament for Schools and Colleges» indica:

Esto probablemente fue hablado en pura burla, no en una creencia real de que Jesús esperaba la reaparición personal de Elijah, Wetstein nota que había historias actuales entre los judíos de la intervención de Elijah para rescatar a las personas del peligro inminente de la muerte.

x) Phillip Schaff en su «Schaff’s Popular Commentary on the New Testament» indica lo siguiente:

Mateo 27:47. Este hombre llama a Elijah. La semejanza entre la palabra ‘Eli’ y el nombre Elijah es muy similar en el original. Aquí hay una alusión a la creencia de que Elías vendría antes que el Mesías, y por lo tanto una negación sarcástica de Su mesianidad. Una verdadera equivocación de Su lenguaje, y el temor de que Elijah pueda venir, parece improbable.

xi) Nicol, W. Robertson, en su «The Expositor’s Greek Testament», comenta lo siguiente:

Mateo 27:47. τινὲς δὲ: no soldados romanos, ya que no sabían nada de Elías; podrían ser judíos helenísticos que no entendían hebreo o arameo (Grocio); pero más probablemente eran personas desalmadas que pretendieron malentender. Era un ingenio pobre y mostraba poca capacidad para aprovechar las palabras habladas. Cuánto más para el propósito de haber dicho: ¡Escúchenlo! Él realmente confiesa que su Dios en quien confiaba lo ha abandonado.

xii) Ice Rhoderick D. en su obra «The Bible Study New Testament», nos indica lo siguiente:

Él está llamando a Elijah. Esto es probablemente un malentendido deliberado. Los judíos esperaban que Elías viniera antes que el Mesías.

xiii) John Abbott, en su obra «Abbott’s Illustrated New Testament» comenta lo siguiente:

Ya sea confundidos por el sonido, y no entendiendo la lengua hebrea, o deliberadamente malinterpretando sus palabras, en burla.

2.5. SOBRE MATEO 27:46.

Otros comentaristas indican que los judíos que estuvieron allí no entendieron completamente lo que dijo Jesús debido a que el Señor Jesús mezcló el Sirio-Caldeo con el Hebreo y no porque desconocían el idioma Arameo.

J.B. Lightfoot es muy clarificador. Lightfoot indica que Jesús de hecho habló esta frase en arameo desde la Cruz excepto por la primera parte (Eli, Eli). Por tanto Eli, Eli habría confundido a los que estaban en esa escena.

[This man calleth for Elias. Let us see whether Elias will come to save him.] That Christ here used the Syriac dialect, is plain from the word sabachthani: but the word Eli, Eli, is not so properly Syriac: and hence arose the error and misconstruction of the standers by. In Syriac he should have said, Mari, Mari: but Eli was strange to a Syrian ear: this deceived the standers-by, who, having heard more than enough of the apparitions of Elias from the Jewish fables, and being deceived by the double meaning of the word, supposed that Christ was tainted with the same folly and mistake, and called out to Elias for help; which it was no strange thing for that deluded people to expect.” (John Lightfoot «Commentary on the Gospels»).

Del mismo modo, Matthew Poole, en su famoso “Matthew Poole’s English Annotations on the Holy Bible”, muy popular en círculos protestantes, nos comenta lo siguiente sobre el pasaje de Mateo 27:46 al 49.

“Y alrededor de la novena hora (es decir, alrededor de las tres de la hora, según calculamos las horas) Jesús lloró a gran voz, diciendo: Eli, Eli, o Eloi, Eloi, ¿lama sabachthani? Las palabras son hebreas, aunque Marcos las relata según la corrupción siríaca del dialecto. Son las palabras de David, Salmos 22: 1. David era un tipo de Cristo. El que era el Hijo de David usa las palabras de David, posiblemente dichas por David en la persona de Cristo. Dios abandonando a cualquier persona o lugar, debe ser entendido con referencia no a su presencia esencial, porque así llena todos los lugares, y está presente con todas las personas; pero con referencia a las manifestaciones de su providencia para nuestro bien: así cuando Dios nos retiene su buena providencia, ya sea con respecto a nuestro hombre exterior o interior, se dice que nos abandona. Un abandono total de nuestros cuerpos, o de nuestras almas, no es consistente con el ser de nuestro hombre exterior, o el ser espiritual o la vida de nuestro hombre interior. Por lo tanto, todas las revocaciones en esta vida son graduales y parciales. El abandono por el cual Cristo, por lo tanto, aquí se queja, no fue el retiro total del favor divino y la asistencia de él; eso era imposible e incompetente con las primeras palabras que atestiguaban su relación con Dios y la ayuda en él; pero debe ser entendido con respecto a las manifestaciones de consolación de Dios, y eso es testificado por sus otras palabras, relacionadas por Lucas, “Padre, en tus manos recomiendo mi espíritu”. Una vez dichas las palabras, abandonó el espíritu, dicen Mateo, Marcos y Lucas. Juan agrega que inclinó la cabeza y abandonó el espíritu; añadieron palabras para confirmar lo que dijo en otra parte, que dio su vida, nadie se la quitó. Llorando dos veces en este instante con una voz fuerte, argumentó que su espíritu no estaba tan agotado, pero que podría haber vivido unos minutos más, pero él libremente dio su vida. La gente dice: «Él llama a Elías», cuando dijo que Elí, Elí, les dijo que eran judíos, quienes hasta el día de hoy sueñan con que un Elías venga y restaure todas las cosas. Que ellos no distinguieron bien entre Eli y Elías, debe atribuirse a la corrupción de su dialecto, cuando él (El Señor) dice Eloi, Eloi, (de acuerdo con la corrupción siríaca del término), o a la distancia demasiado grande entre él y dichos judíos. Su burla sobre él no era más que una consonancia con su comportamiento anterior hacia él, mientras estaba en la cruz. Le dieron una inyección de vinagre e hisopo antes de darnos cuenta.

2.6. SOBRE MATEO 27:49.

Los comentarios protestantes sobre Mateo 27:49 permiten refrendar lo anteriormente expuesto, es decir, que los judíos cercanos a la Cruz actuaron con intención de burla y escarnio hacia el Señor.

i) James Burton Coffman en su obra «Coffman Commentaries on the Old and New Testament» nos indica que:

Toda esta conversación sobre Elijah surgió del prejuicio farisaico y de la propaganda que habían librado, alegando que Jesús no podía ser el Cristo «porque Elías aún no había venido». La suya era una interpretación errónea de la profecía de que «primero Elías debe venir». Cristo ya había identificado a Juan el Bautista como ese Elías que estaba por venir, el Elías predicho por las profecías. Sin duda, los fariseos seguían insistiendo en su viejo argumento en el sentido de que Cristo no podía ser el Mesías (véase Mateo 17: 10-13).

ii) John Trapp en su obra «Complete Commentary» nos dice lo siguiente:

Esta burla es el asesinato de la lengua, que por lo tanto nuestro Salvador sufrió, ut nos illusori Satanae insultaremus, dice uno. Se informa de Aretine, que por una larga costumbre de hablar calumniosamente y condenar a los hombres, había adquirido tal hábito que finalmente llegó a disminuir y desestimular a Dios mismo. ¿No se puede hacer lo mismo con estos malvados malvados?

iii) Henry Alford en su «Greek Testament Critical Exegetical Commentary» dice lo siguiente sobre este pasaje:

“Si tomamos nuestra cuenta como estrictamente precisa, el resto -en tono de burla- hace un llamamiento a esta persona para que desista, y espera a que Elías venga a salvarlo: si es el de Marcos, el que da la bebida invoca el resto (también en burla) para que esto sea suficiente o para dejarlo (al dador) solo, y esperar, etc. El primero parece más probable. Es notable que las palabras innegablemente interpoladas de Juan deberían haber encontrado su lugar aquí antes de la muerte de Jesús, y solo pueden atribuirse a la falta de cuidado, ya que no hay otro lugar aquí para la inserción de la indignidad sino esto, y el interpolador no observa que en Juan se relaciona como infligido después de la muerte.

iv) El «Cambridge Greek Testament for Schools and Colleges» indica:

Debemos entender que esto significa [1] dejarlo, no ayudarlo; o [2] déjalo, no le entregues el trago; o [3] ἄφες se fusiona con el verbo siguiente como en griego moderno, y = ‘veamos’. Para la construcción cp. ch. Mateo 7: 4 y Lucas 6:42. En Marcos, las palabras ἄφετε ἴδωμεν se ponen en boca de aquel que ofreció el vino al Salvador. Hay ἄφετε puede significar, ‘déjame en paz’.

v) Ice Rhoderick D. en su obra «The Bible Study New Testament», nos indica lo siguiente:

“Esto se le dice a aquel que le dio el vino a Jesús. No quieren hacer nada que evite que Elijah venga a salvar a Jesús. [Se burlan de Jesús cuando dicen esto.]”

CONCLUSIONES DE ESTA SECCIÓN

Podría continuar citando más y más comentaristas y eruditos protestantes, pero creo que con los que he listado es más que suficiente para tener una idea clara de la correcta lectura de los pasajes citados por nuestro apologista protestante. Debemos notar en primer lugar que NO hay interpretación alguna de estos pasajes que nos lleven a emitir conclusiones en el asunto de las lenguas habladas en la época del Señor Jesús, y menos aún podemos aferrarnos a estos textos para afirmar la ligereza de que el arameo no era el idioma cotidiano de la época, tal como pretende nuestro apologista protestante.

Esto debe ser más que evidente para el lector, toda vez que la determinación de las lenguas habladas en la Palestina del primer siglo pertenece más bien al estudio de otras disciplinas que analizan la variada evidencia proveniente de los campos de la arqueología, historia, filología, papirología, así como del estudio tanto de documentos extra-bíblicos como de los escritos bíblicos.

En ese sentido, la hermeneútica o exégesis de únicamente el contenido Bíblico no es suficiente para concluir sobre las lenguas que se hablaban en la Palestina del primer siglo, tal como pretende nuestro apologista protestante, cuya conclusión es abiertamente errónea y evidencia más bien una falacia de generalización apresurada de su parte.

Como un pequeño paréntesis, lo expuesto por nuestro apologista protestante nos debe recordar el camino que siguieron muchos protestantes, quienes en su afán de querer demostrarlo todo con la Biblia, fueron arrastrados al fundamentalismo a principios del siglo XX, tendencia que pretende hacer que la Biblia sea la última autoridad no solo en temas de fe, doctrina y moral, sino también en muchos otros temas de diversos campos (historia, ciencias físicas, naturales, astrofísica, biología, química, etc), todo ello incluso minando la razón y el sentido común, y contradiciendo abiertamente hallazgos científicos objetivos.

PARTE III: COMENTARIOS Y REFUTACIÓN DE LAS SECCIONES 5 A LA 8

Si bien lo anterior aclaró algunos aspectos preliminares, ahora entraremos en la materia de interés, que son los argumentos centrales de nuestro apologista. El apologista protestante empieza afirmando lo siguiente:

Ya discutimos anteriormente acerca del énfasis superlativo que los apologetas católicos dan al evangelio de Mateo arameo, de donde obtienen el argumento de kefá en Mateo 16:18 (…tu eres Kefas y sobre esta kefá…).

Debemos recordarle a nuestro apologista que son muchos (la mayoría) los eruditos protestantes que indican que el Señor Jesús debió pronunciar las siguiente palabras: “…tu eres Kefas y sobre esta kefá…”; así que su sesgo de señalar solamente a los Católicos no es saludable, y es más bien tendencioso, por decir lo menos.

A continuación nuestro apologista cita ‘Keph’ del Léxico Brown-Driver-Briggs:

[כֵּף] noun [masculine] rock (Assyrian kâpu DlHWB 346; Aramaic כֵּיפָא, perhaps Aramaic loan-word in Hebrew; √ dubious); — only plural כֵּפִים Jeremiah 4:29 as place of refuge; Job 30:6 as dwelling-place.

Luego nuestro apologista cita los dos únicos pasajes de la LXX donde se emplea la palabra כֵּפִים (Kephim, plural), que son Job 30:6 y Jeremías 4:29.

Job 30:6
[lxx+] Job 30:6 ων οι οικοι αυτων ησαν τρωγλαι πετρων G4074

Jeremías 4:29
[lxx+] Jeremiah 4:29 απο φωνης ιππεως και εντεταμενου τοξου ανεχωρησεν πασα χωρα εισεδυσαν εις τα σπηλαια και εις τα αλση εκρυβησαν και επι τας πετρας G4073 ανεβησαν πασα πολις εγκατελειφθη ου κατοικει εν αυταις ανθρωπος

Nuestro apologista protestante indica que “kephim”, cuya raíz es כּף kêph (H3710), de donde proviene kephas (Cefas), se traduce como:

– Petros (G4074) en Job 30:6 en la Septuaginta y;
– Petra (G4073) en Jeremías 4:29 en la Septuaginta.

Ahora prestemos atención a lo que afirma nuestro apologista protestante:

«Y es aquí donde alguien podría argumentar que puesto a que keph se traduce a petros y petra en la Septuaginta entonces estas son la misma palabra con diferente genero. Sin embargo esa sería una conclusión demasiado apresurada, pues la evidencia bíblica apunta a todo lo contrario demostrando que las palabras griegas no son la misma, sino que la palabra aramea keph tiene doble significado como lo demostramos a continuación.»

3.1. METODOLOGÍA EMPLEADA POR EL APOLOGISTA PROTESTANTE

La metodología empleada por el apologista protestante se grafica en la siguiente imagen:


Del gráfico, podríamos denominar a la metodología empleada por nuestro apologista protestante como una metodología de “atrás hacia adelante” o, siguiendo el gráfico, “de abajo hacia arriba” (Bottom-up), la cual se basa en los siguientes pasos:

1. El punto de partida de nuestro apologista protestante es el análisis de las palabras griegas Petros y Petra.
2. Los argumentos fuerza se derivan del análisis de ambas palabras en dos ámbitos:
a. Desde la Biblia Griega LXX,
b. Desde la literatura griega clásica.
3. Luego de dicho análisis, nuestro apologista concluye que “es imposible que Petros sea lo mismo que Petra”, es decir, que tengan el mismo significado. Así, la conclusión de nuestro apologista es que Petros siempre se refiere a una piedra pequeña, y que Petra siempre se refiere a una piedra grande.
4. Por tanto, Kephim tendría doble significado.
5. Por tanto Keph, que es raíz de Kephim (singular de Kephim), también tendría doble significado.
6. Finalmente, Cephas (Kephas), que según nuestro apologista proviene de Keph, también tendría doble significado.

Análisis de la Metodología empleada por el apologista protestante

Los errores en dicha metodología se resumen a continuación y se detallarán más adelante.

•Kephim ya tiene un significado definido desde su origen.
•El análisis de nuestro apologista sobre Petros desde el ámbito bíblico (LXX) es erróneo
•El análisis de nuestro apologista sobre Petros desde el griego clásico es erróneo.
•El análisis de nuestro apologista sobre Petra desde el griego clásico es incompleto.


A continuación se procederá a analizar cada uno de estos puntos.

3.2. LA PALABRA HEBREA KEPHIM (כֵּפִים) YA TIENE UN SIGNIFICADO CLARO Y DEFINIDO DESDE SU ORIGEN.

La palabra que se encuentra en el Hebreo Bíblico es ‘kephim’ (כֵּפִים), que es una palabra que está en la forma plural. La palabra ‘keph’ (כּף) NUNCA aparece en el Hebreo Bíblico en la forma singular, como para referirse a una montaña o una roca por ejemplo. Así, en el Hebreo Bíblico no existe una palabra singular ‘keph’ que signifique roca o piedra .

En ese sentido, lo correcto es focalizar nuestra atención hacia la palabra que sí existe en el Hebreo Bíblico, es decir, ‘kephim’ (כֵּפִים) y ver si tiene otro significado además de rocas grandes o peñascos. Recordemos que la conclusión de nuestro apologista protestante (“es imposible que Petros sea lo mismo que Petra”), implica necesariamente lo siguiente:

– Que en Jeremías 4:29, donde la LXX traduce ‘kephim’ por πετρας (Petras G4073), ‘kephim’ debe corresponder a rocas grandes o peñascos y;
– Que en Job 30:6, donde la LXX traduce ‘kephim’ por πετρων (Petros G4074), ‘kephim’ debe corresponder a piedras pequeñas.

Veamos si lo anterior es cierto:

En PRIMER LUGAR, el mismo Léxico Brown-Driver-Briggs citado por nuestro apologista refuta su argumentación desde el inicio. Leámoslo con atención:

[כֵּף] noun [masculine] rock (Assyrian kâpu DlHWB 346; Aramaic כֵּיפָא, perhaps Aramaic loan-word in Hebrew; √ dubious); — only plural כֵּפִים Jeremiah 4:29 as place of refuge; Job 30:6 as dwelling-place.

Noten dos cosas:
– Resalta lo que ya había indicado, que solo existe la forma plural (only plural כֵּפִים).
– Y lo más importante, indica que la palabra ‘kephim’ significa ‘place of refuge’ (Jer 4:29) y ‘dwelling-place’ (Job 30:6), es decir, ‘lugar de refugio’ y ‘lugar para habitar, o morada’ respectivamente. Si nuestro apologista no hubiese pasado esto por alto, se habría percatado que es imposible que alguien se pueda refugiar, habitar o morar en piedras pequeñas, y por tanto, en ambos versículos la única posible alternativa es que ‘kephim’ (כֵּפִים) se refiera a rocas grandes, peñascos o riscos, con lo cual su argumento de que ‘kephim’ tiene doble significado queda refutado desde el inicio y además se evidencia además que la acepción de πετρων en dicho versículo es rocas grandes, riscos o peñas.

En SEGUNDO LUGAR mostraré lo que nos dicen algunos diccionarios y eruditos en Hebreo. Cabe señalar que algunos diccionarios colocan la forma singular ‘keph’ (כּף), pero siempre aclarando que en el Hebreo Bíblico solo se tiene la forma plural ‘kephim’ (כֵּפִים).

i. Dr. David Bivin y Roy Blizzard Jr., PhD. en estudio de Hebreo por la Universidad de Texas, en su libro “Understanding the Difficult Words of Jesus”:

Kephim es una rara palabra hebrea que es siempre y únicamente usada en plural, y significa montañas o rocas grandes.

ii. Diccionario de Hebreo Bíblico, Moises Chavez, Editorial Mundo Hispano.


iii. Genesius’s Hebrew and Chaldee Lexicon to the Old Testament Scriptures.


iv. A Hebrew and Chaldee Lexicon to the Old Testament, Dr. Julius Fuerst.

Indica que en Job 30:6 se trata de rocas o peñas donde los habitantes originales de Edom vivieron como trogloditas. Para Jeremías 4:29 indica que se trata de rocas que pueden ser escaladas por invasores. Así, este diccionario deja en claro que en ambos versículos, ‘kephim’ (כֵּפִים) se refiere a rocas grandes o peñascos.

v. El académico británico de Hebreo y Antiguo Testamento, Alfred Guillaume, en su libro “Studies in the Book of Job”, afirma lo siguiente con relación al versículo de Job 30:6:

“Aquí el significado es que los marginados, que habían sido sacados de los oasis, ocupan ahora los huecos y cavernas en las partes laterales de los valles altos escarpados. (…) La palabra kephim ocurre únicamente aquí y en Jeremías 4:29 donde la gente puede escalarlos. Así, «rocas» difícilmente podría ser su significado, pero «mesetas» (high grounds) es más apropiado. La palabra relacionada en Árabe es ‘akafif, es decir «mountains tops«.


En TERCER LUGAR, debo señalar que el apologista protestante convenientemente solo citó la traducción de Junemann, que es una de las pocas traducciones de Job 30:6 que emplea la palabra “piedra”, lo cual puede confundir la lectura de este versículo. Del mismo modo, convenientemente omitió decenas de traducciones tanto en español como en inglés que traducen de una mejor manera dicho versículo, y que permiten darnos cuenta inmediatamente que πετρων en dicho versículo tiene que necesariamente referirse a rocas grandes, peñas o peñascos, y que es imposible que signifique “piedras pequeñas”. Veamos:

La Biblia de las Américas
Moraban en valles de terror, en las cuevas de la tierra y de las peñas.

Nueva Biblia Latinoamericana
Moraban en valles de terror, En las cuevas de la tierra y de las peñas.

Reina Valera Gómez
Habitaban en las barrancas de los arroyos, en las cavernas de la tierra, y en las rocas.

Reina Valera 1909
Habitaban en las barrancas de los arroyos, En las cavernas de la tierra, y en las rocas.

GOD’S WORD® Translation
They have to live in dry riverbeds, in holes in the ground, and among rocks.

JPS Tanakh 1917
In the clefts of the valleys must they dwell, In holes of the earth and of the rocks.

New American Standard 1977
So that they dwell in dreadful valleys, In holes of the earth and of the rocks.

Jubilee Bible 2000
They dwelt in the clifts of the valleys, in caves of the earth, and in the rocks.

King James 2000 Bible
To dwell in the clefts of the valleys, in caves of the earth, and in the rocks.

American King James Version
To dwell in the cliffs of the valleys, in caves of the earth, and in the rocks.

American Standard Version
So that they dwell in frightful valleys, In holes of the earth and of the rocks.

Darby Bible Translation
To dwell in gloomy gorges, in caves of the earth and the rocks:

English Revised Version
In the clefts of the valleys must they dwell, in holes of the earth and of the rocks.

Webster’s Bible Translation
To dwell in the clefts of the valleys, in caves of the earth, and in the rocks.

World English Bible
So that they dwell in frightful valleys, and in holes of the earth and of the rocks.

New Living Translation
So now they live in frightening ravines, in caves and among the rocks.

English Standard Version
In the gullies of the torrents they must dwell, in holes of the earth and of the rocks.

New American Standard Bible
So that they dwell in dreadful valleys, In holes of the earth and of the rocks.

King James Bible
To dwell in the clifts of the valleys, in caves of the earth, and in the rocks.

Contemporary English Version
Their only homes are ditches or holes between rocks,

Good News Translation
They had to live in caves, in holes dug in the sides of cliffs.

International Standard Version
They lived in the most dangerous of ravines, in holes in the ground, and among rocks.

NET Bible
so that they had to live in the dry stream beds, in the holes of the ground, and among the rocks.

New Heart English Bible
So that they dwell in frightful valleys, and in holes of the earth and of the rocks.

En CUARTO LUGAR citaré un comentario protestante al versículo de Job 30:6, que es particularmente claro, y nos permite confirmar que en Job 30:6 la palabra πετρων (G4074) se refiere a rocas grandes, riscos o peñascos.

i. El erudito protestante Albert Barnes en su obra «Barnes’ Notes on the New Testament» indica lo siguiente sobre Job 30:6.

HABITAR EN LOS ACANTILADOS DE LOS VALLES – La palabra aquí traducida como «acantilados» (ערוץ ‘ârûts) denota más bien «horror», o algo «horrible», y el sentido aquí es que moraron en «el cerro de los valles»; es decir, en valles horribles. La idea es la de las profundas y espantosas cañadas, donde las bestias salvajes se extendían, lejos de las moradas de los hombres, y rodeadas de terribles desechos. La palabra traducida como «valles» (נחל nachal) significa apropiadamente un arroyo, arroyo, curso de agua, lo que ahora se llama wady; un lugar donde corren los torrentes de invierno, pero que generalmente es seco en verano; ver las notas en Job 6:15.

EN CUEVAS DE LA TIERRA – Marginal, como en hebreo «hoyos». Septuaginta «Cuyas casas son – πρῶγλαι πετρῶν trōglai petrōn – cavernas de las rocas;» es decir, quiénes son «Troglodytes.» Las cuevas proporcionan una vivienda natural para los pobres y el paria, y es bien sabido que no era raro en Egipto, y en los desiertos de Arabia, ocupar tales cuevas como habitación; ver Diod. Sic. Lib. iii. xiv. y Strabo, Lib. dieciséis,

Y EN LAS ROCAS (πετρων) – Las cavernas de las rocas. El Dr. Richardson encontró una gran cantidad de tales viviendas en las cercanías de Tebas, muchas de las cuales eran GRANDES y bellamente formadas y esculpidas con muchos dispositivos curiosos. El Sr. Rich, también, vio una gran cantidad de tales cuevas no lejos de Mousal. Residencia en Koordistan, vol. ii. pag. 94.


Observemos que Barnes explica lo que serían estas “cavernas de las rocas”, haciendo referencia a las crónicas recogidas en el libro “Narrativa de Expedición en Kurdistán y de los lugares de la Antigua Nínive”, de Claudius James Rich, 1836. Las cavernas de las rocas (πετρων G4074) a las que se refieren estas crónicas tendrían las formas mostradas en las siguientes imágenes, que no requieren más explicación y hablan por sí solas.



En QUINTO LUGAR y para terminar de zanjar totalmente este tema, voy a citar comentarios judíos a la Torah, que nos aclaran el significado de ‘kephim’.

Parashat Re’eh – Comentarios a la Torah

«porque las rocas y las montañas son llamadas kefim, como en, ‘Ellos treparon las rocas (u-va-kefim alu)’.” Parashat Re’eh – commentary on the Torah; The Dukhifat or Hoopoe; by Yaron Seri, faculty of Bar-Ilan University in Ramat Gan, Israel ]

Comentarios de Rashi a Jeremías 4:29.

…y ellos ascendieron entre los peñascos: Hebrew. ובכפים. סלע, una roca, es traducido en arameo como בכפיא»
[Rashi commentary on Jer 4:29; Chabad.org; The Complete Jewish Bible With Rashi Commentary]

Comentarios de Rashi a job 30:6.

… y rocas.”: Heb. וכפים, the Aramaic translation of סלעים, rocks.
[Rashi commentary on Job 30:6; Chabad.org; The Complete Jewish Bible With Rashi Commentary]

Como conclusión de esta parte podemos afirmar que la palabra hebrea ‘kephim’ (כֵּפִים) ya tiene un significado claro y definido, que es “rocas grandes, riscos o peñas”, significado que no depende de cualquier artilugio idiomático o lingüístico que se pretenda realizar con las palabras empleadas en su traducción el griego, para a partir de ello tratar de imputar a ‘kephim’ (כֵּפִים) otro significado diferente al que ya tiene.

La siguiente figura resume el análisis realizado previamente. En ese sentido, el argumento de nuestro apologista protestante queda refutado desde el origen y su afirmación de que “Keph tiene doble significado” ha quedado sin ningún sustento.


Entonces, vemos que el razonamiento y lógica empleados por nuestro apologista protestante revierten contra él, porque si ‘Kephim’ SIEMPRE significa rocas grandes y peñas, entonces se concluye que πετρων (G4074) y πετρας (G4073), usados en Job 30:6 y Jeremías 4:29 respectivamente, también significan rocas grandes y peñas en ambas instancias, con lo cual la estrategia de nuestro apologista ha evidenciado más bien que πετρων y πετρας en dichos dos versículos tienen la misma acepción, es decir, Rocas Grandes o Peñas. Ello evidencia además que πετρων y πετρας se traslapan en dicha acepción.


Dado lo anteriormente expuesto, no correspondería analizar ni revisar los comentarios y análisis de nuestro apologista protestante sobre πετρων y πετρας desde los ámbitos bíblicos (LXX) y del griego clásico, toda vez que cualquier conclusión a la que se arribe en dichos ámbitos no afecta o no implica ningún cambio en el significado de ‘Kephim’, que como ya vimos, SIEMPRE significa Rocas Grandes o Peñas. No obstante, de todas maneras se hizo tal revisión para evidenciar el mal uso y el nivel de tergiversación a la que pueden llegar los protestantes cuando usan las Sagradas Escrituras para tratar de validar sus creencias a como dé lugar.

3.3. EL ANÁLISIS DE NUESTRO APOLOGISTA SOBRE πετρων DESDE EL ÁMBITO BÍBLICO ES ERRÓNEO

Nuestro apologista protestante, en la sección “8. Petros en la Biblia”, cita los siguientes versículos de la LXX:

– 2 Macabeos 1:16.

ἀνοίξαντες τὴν τοῦ φατνώματος κρυπτὴν θύραν βάλλοντες πέτρους συνεκεραύνωσαν τὸν ἡγεμόνα καὶ μέλη ποιήσαντες καὶ τὰς κεφαλὰς ἀφελόντες τοῖς ἔξω παρέρριψαν

Abrieron la puerta secreta del techo y a pedradas aplastaron al jefe; le descuartizaron, y cortándole la cabeza, la arrojaron a los que estaban fuera.

Al respecto, nuestro apologista afirma: “En este verso se habla de unas piedras que se podían levantar y lanzar. Y como pueden apreciar, es petrous (forma plural) la palabra utilizada.

Puede ser muy discutible si con piedras pequeñas se puede APLASTAR a alguien, que es lo que trata de afirmar el apologista protestante. Aparte de ello, afirma que la forma petrous (πέτρους) es plural de Petros.

– 2 Macabeos 4:41

συνιδόντες δὲ καὶ τὴν ἐπίθεσιν τοῦ λυσιμάχου συναρπάσαντες οἱ μὲν πέτρους οἱ δὲ ξύλων πάχη τινὲς δὲ ἐκ τῆς παρακειμένης σποδοῦ δρασσόμενοι φύρδην ἐνετίνασσον εἰς τοὺς περὶ τὸν λυσίμαχον

Cuando se dieron cuenta del ataque de Lisímaco, unos se armaron de piedras, otros de estacas y otros, tomando a puñadas ceniza que allí había, lo arrojaban todo junto contra las tropas de Lisímaco.

Sobre este versículo, nuestro apologista protestante afirma: “Otra vez se utiliza petrous para referirse a una piedra pequeña que se podía recoger y lanzar.

En este caso, también puede ser muy discutible lo que trata de afirmar nuestro apologista protestante, que lanzar piedras pequeñas pueda contribuir a hacer algún daño a una tropa militar. Lo más probable es que esas piedras eran lo suficientemente grandes como para causar daños importantes a las tropas de Lisímaco.

– 1 Macabeos 2:36.

καὶ οὐκ ἀπεκρίθησαν αὐτοῖς οὐδὲ λίθον ἐνετίναξαν αὐτοῖς οὐδὲ ἐνέφραξαν τοὺς κρύφους

no replicaron ni arrojando piedras ni atrincherando sus cuevas. Dijeron:

Aquí nuestro apologista afirma lo siguiente: Interesantemente, la palabra que se utiliza aquí para hablar de una piedra que se puede lanzar es lithos. Esta es otra evidencia, al igual que el uso que se le da a petros en la literatura griega clásica, de que petros es sinónimo de lithos y no de Petra.

Resaltemos lo siguiente de su afirmación: “petros es sinónimo de lithos”. Y además, traigamos sus afirmaciones sobre lithos de la sección “9. Lithos en 1 Pedro 2 y 1 Corintios 3:11”, derivados de su análisis de los versículos de Isaías 8:14 e Isaías 28:16:

«En otras palabras, en Isaías 8:14 se hace un paralelo entre eben , traducido lithos en LXX y Tsur ,traducido Petra en LXX, haciéndolas así equivalentes.

Al referirse a Isaías 28:16, el apologista afirma: Como ven, aquí se utiliza lithos para referirse a una piedra de fundamento, por lo tanto, lo suficientemente grande para poder armar un edificio sobre ella. Este edificio es la iglesia. El profeta nos dice en este pasaje que Jesucristo es tanto la piedra de fundamento como la piedra angular (akrogoniaion). Si lithos significara piedra pequeña aquí, entonces el escritor hubiese incurrido en una incoherencia, pues una piedrita no sirve de fundamento para construir nada.
»

Vistas estas afirmaciones de nuestro apologista, pues parece que no se ha dado cuenta que acaba de conceder que Petros tiene doble significado, es decir piedra grande y piedra pequeña, debido a que lithos también tiene doble significado. Esto también se refrenda viendo los siguientes textos del nuevo testamento que emplean lithos para referirse a piedras grandes:

Mateo 27:60: “y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra (lithos) a la entrada del sepulcro, se fue.”

Mateo 27:66: “Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra (lithos) y poniendo la guardia.”

Mateo 28:2: “Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra (lithos), y se sentó sobre ella.”

Marcos 15:46: “el cual compró una sábana, y quitándolo, lo envolvió en la sábana, y lo puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña, e hizo rodar una piedra (lithos) a la entrada del sepulcro.”.

Marcos 16:3: “Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra (lithos) de la entrada del sepulcro?”

Lucas 24:2: “Y hallaron removida la piedra (lithos) del sepulcro”.

Juan 11:38-39: “Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra (lithos) puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra (lithos). Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.”

Juan 11:41: “Entonces quitaron la piedra (lithos) de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.”

Juan 20:1: “El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra (lithos) del sepulcro.”

Como vemos, lithos en estos diez versículos se refiere a piedras grandes, como las que se muestran a continuación.



A lo anterior hay que agregar que el Thayer’s Greek Lexicon también muestra que una de las acepciones de lithos corresponde a piedras grandes (large stones).

– Luego nuestro apologista protestante cita los siguientes dos versículos bíblicos, Job 41:28 y Ezequiel 13:11, donde, efectivamente, el contexto de los pasajes apuntaría a que se tratan de piedras que se pueden lanzar, y en este último caso se tendría que Petros y Iithos se refieren a piedras pequeñas, lo cual correspondería a la otra acepción tanto de lithos como de Petros.

– 1 Macabeos 6:51:

Sitió el Templo durante largos días con sus torres y sus máquinas de asalto, con sus máquinas para lanzar fuego y rocas, y con las más pequeñas para las flechas y las piedras.

El apologista colocó una versión griega incompleta de dicho versículo, por lo que a continuación pongo la versión completa:

καὶ παρενέβαλεν ἐπὶ τὸ ἁγίασμα ἡμέρας πολλὰς καὶ ἔστησεν ἐκεῖ βελοστάσεις καὶ μηχανὰς καὶ πυροβόλα καὶ λιθοβόλα καὶ σκορπίδια εἰς τὸ βάλλεσθαι βέλη καὶ σφενδόνας

Observemos la siguiente parte del versículo:
“Máquinas para lanzar fuego y rocas”: μηχανὰς καὶ πυροβόλα (fuego) καὶ λιθοβόλα (lithos=roca).

El versículo menciona dos tipos de máquinas, las GRANDES para lanzar fuego y rocas (lithos) y otras máquinas más PEQUEÑAS para las flechas y piedras. En el caso de las “máquinas grandes”, es claro que el versículo se está refiriendo a versiones primitivas de las catapultas, y por tanto, no es difícil inferir que lithos aquí se refiere a rocas grandes, por lo menos más grandes que las que se pueden lanzar con las manos.


Hasta aquí, y empleando únicamente los versículos citados por nuestro apologista protestante, vemos que su tesis de que “Petros es sinónimo de lithos y por tanto significa siempre piedra pequeña” ha sido refutada toda vez que:

– Se ha demostrado que hay por lo menos un versículo donde se evidencia claramente y sin duda alguna, que πετρων (G4074) significa rocas grandes o peñascos, que es en Job 30:6.
– Se ha mostrado que en diez (10) versículos del NT, lithos significa piedra grande.
– Se ha demostrado que en por lo menos un versículo de la LXX, lithos significa roca grande, en 1 Macabeos 6:51.

Si bien lo expuesto hasta ahora es suficiente para refutar la conclusión de nuestro apologista, a saber, “Que Petros siempre significa piedra pequeña, porque es sinónimo de lithos”, a continuación presentaré evidencia bíblica adicional que nos permitirá concluir que πετρων también puede referirse a piedras o rocas grandes en diversas instancias de la Biblia (AT), y que se evidencia además un uso intercambiable entre πετρων y πετρας.

3.4. EVIDENCIA BÍBLICA ADICIONAL SOBRE πετρων OBVIADA POR EL APOLOGISTA PROTESTANTE

Recordemos que nuestro apologista protestante citó el versículo de Job 30:6, donde indicó que se tiene una mención a la palabra πετρων (Petros), que corresponde a la concordancia Strong G4074:

Job 30:6
[lxx+] Job 30:6 ων οι οικοι αυτων ησαν τρωγλαι πετρων G4074

Sin embargo, habría que preguntarle a nuestro apologista el por qué obvió analizar los siguientes versículos que emplean la misma palabra y en la misma forma, es decir, πετρων (G4074), y por qué únicamente seleccionó sesgada y convenientemente los versículos que muestra la otra de las acepciones de πετρων, piedras pequeñas.

i. Isaías 2:19.


Y se meterán en las cavernas de las peñas (πετρων G4074) y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la tierra.

ii. Isaías 2:21.


y se meterá en las hendiduras de las rocas (πετρας G4073) y en las cavernas de las peñas (πετρων G4074), por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra.

iii. Isaías 7.19.


y todas ellas vendrán y se posarán en los precipicios de las barrancas, en las hendiduras de las peñas (πετρων G4074), en todos los espinos y en todos los abrevaderos.

iv. Isaías 57:5.


que os enfervorizáis con los ídolos debajo de todo árbol frondoso, que sacrificáis los hijos en los valles, debajo de los peñascos (πετρων G4074)?

v. Jeremías 16.16.


He aquí que yo envío muchos pescadores, dice Jehová, y los pescarán, y después enviaré muchos cazadores, y los cazarán por todo monte y por todo collado, y por las cavernas de los peñascos (πετρων G4074).

vi. Abdías 1:3.


La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas (πετρων G4074), en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?

vii. Jeremías 49:16.


Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón, tú que habitas en cavernas de peñas (πετρων G4074), que tienes la altura del monte: aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová.

Como se aprecia en estos siete versículos adicionales que he mostrado del AT (LXX), obviados por nuestro apologista protestante, la palabra (πετρων G4074) claramente se refiere a rocas grandes o peñascos, tan igual como Petra. Es más, en el versículo de Isaías 2:21 se presenta a πετρων G4074 (peñas) prácticamente como sinónimo de πετρας G4073 (rocas) y de manera intercambiables. Con esto queda refutada la afirmación de nuestro apologista, que indica que πετρων en la Biblia siempre se refiere a piedras pequeñas.

Lo anterior puede ser totalmente refrendado además leyendo los comentarios de diversos comentaristas y eruditos protestantes sobre los seis versículos antes citados que contienen la palabra πετρων (G4074).

Abdías 1,3

Por ejemplo, en el caso del versículo de Abdías 1,3, se tiene un claro paralelo entre πετρων y Petra, prácticamente como palabras intercambiales. Esto lo evidencian diversos comentaristas protestantes:

Albert Barnes, en su obra «Barnes Notes on the New Testament», indica lo siguiente:

«Morador en las hendiduras de las rocas, la elevación de su habitación». «Todo el sur del país de los edomitas», dice Jerome, «desde Eleutheropolis hasta Petra y Selah (que son las posesiones de Esaú), tiene diminutas viviendas en cuevas». ; y a causa del calor opresivo del sol, como una provincia del sur, tiene casitas subterráneas. «Sus habitantes, a quienes Edom expulsó Deuteronomio 2:12, se llamaron por lo tanto, Horites, i. e., habitantes en cuevas. Su ciudad principal se llamaba Selah o Petra, «roca». Era una ciudad única en su tipo en medio de las obras del hombre. «Las águilas» colocaron sus nidos en las cuevas rocosas a una altura de varios cientos de pies sobre el nivel del valle … El poder de la concepción que enmarcaría una serie de rocas de montañas en un monumento al nombre humano, que, una vez de noble nombre y elevado ser invocado, buscó, a través del poder propio, vestirse con la imperfección de la Palabra eterna. , es aquí lo mismo que en los monumentos contemporáneos de los templos-rocas de Elefantina o al menos de los egipcios de Tebas. «Los edificios ornamentales, tan a menudo admirados por los viajeros, pertenecen a una fecha posterior.

– Del mismo modo, sobre Abdías 1,3, también tenemos el siguiente comentario del erudito protestante James Burton Coffman en su obra «Coffman Commentaries on the Old and New Testament», que también nos muestra un paralelo entre πετρων y Petra.

«Tú que moras en las hendiduras de las rocas …»Esto es evidentemente una referencia a la fortaleza increíblemente fuerte de Petra, una ciudad entera construida en un estrecho barranco de paredes de roca sólida en el que habían sido tallados palacios, templos, viviendas, etc. Un puñado de hombres podría haberlo defendido contra todo un ejército.

– Asimismo, los eruditos protestantes Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. en su obra «Commentary Critical and Explanatory on the Whole Bible», muestran el paralelismo entre πετρων y Petra.

roca – (Cantar de los Cantares 2:14, Jeremías 48:28). Las ciudades de Edom, y entre ellas Petra (hebreo, {(sela}, que siginifica «roca», 2 Reyes 14: 7, margen), la capital, en el Wady Musa, consistía en casas cortadas en su mayoría en las rocas.

– También, el erudito protestante Thomas Constable DD. en su obra «Expository Notes of Dr. Thomas Constable» resalta el paralelismo entre πετρων y Petra (Sela) en Abdías 1,3.

«Además de estas fortificaciones naturales, Edom fue fuertemente defendida por una serie de fortalezas de la Edad del Hierro, particularmente en la frontera oriental, donde la tierra descendía más gradualmente hacia el desierto«. [Nota: Armerding, pp342-43.]

La roca (Heb. Sela «) a la vista es el granito y la piedra arenisca que formaron el Monte Seir. Aunque Sela también era el nombre de una ciudad edomita (véase 2 Reyes 14: 7), aquí el hogar de la montaña de toda la nación parece estar a la vista. La traducción griega de sela «es Petra, el nombre moderno de esta ciudad.

El resto de los siete versículos adicionales que he citado, están en el mismo sentido, y equiparan a πετρων con rocas grandes, peñascos y peñas, y por tanto con Petra. A continuación una figura que resumen lo analizado en esta sección.


3.5. ANÁLISIS DEL PARALELISMO ENTRE πετρων Y πετρασ OBVIADO POR EL APOLOGISTA PROTESTANTE

Es curioso que nuestro apologista solo explote el paralelismo de versículos bíblicos cuando conviene a su causa, y sorprende que haya pasado por alto varios versículos donde se observa claramente el paralelismo entre πετρων (G4074) y πετρας (G4073). Dicho esto, apliquemos la técnica de paralelismo que tanto le gusta usar a nuestro apologista, y veamos los resultados. (Darle click derecho y Guardar Como para ver la imagen en formato más grande)


Además, no olvidemos que en el mismo versículo de Isaías 2:21, se usan πετρων y πετρας de manera intercambiable. Ante esta abrumadora evidencia, y usando la misma técnica de nuestro apologista, podemos concluir que πετρων y πετρας son intercambiables desde el ámbito bíblico para la acepción de Rocas Grandes, Peñascos, Riscos o Peñas. A continuación presento una figura que resume esta sección:


3.6. EL ANÁLISIS DE NUESTRO APOLOGISTA SOBRE PETROS DESDE EL GRIEGO CLÁSICO ES ERRÓNEO.

Nuestro apologista protestante cita el diccionario Liddell-Scott-Jones Greek-English, que también cito a continuación:

πέτρος, ὁ (in later Poets ἡ, AP7.274 (Honest.), 479 (Theodorid.)), stone (distd. from πέτρα, q. v.); in Hom., used by warriors, λάζετο πέτρον μάρμαρον ὀκριόεντα Il.16.734; βαλὼν μυλοειδέϊ πέτρῳ 7.270, cf. 20.288, E.Andr.1128 (never in Od.); ἔδικε πέτρῳ Pi.O.10(11).72; ἄγαλμ’ Ἀΐδα ξεστὸν π. ἔμβαλον στέρνῳ Id.N.10.67; νιφάδι γογγύλων πέτρων A.Fr.199.7; ἐκ χερῶν πέτροισιν ἠράσσοντο Id.Pers.460; λευσθῆναι πέτροις S.OC435; πέτρους ἐπεκυλίνδουν X.HG3.5.20, etc.; ἐν πέτροισι πέτρον ἐκτρίβων, to produce fire, S.Ph.296; of a boulder forming a landmark, Id.OC1595; τόνδ’ ἀνέθηκα π. ἀειράμενος IG42(1).125 (Epid., iii B. C.).

2. prov., πάντα κινῆσαι πέτρον ‘leave no stone unturned’, E.Heracl.1002, cf. Pl.Lg.843a; of imperturbability, καὶ γὰρ ἂν πέτρου φύσιν σύ γ’ ὀργάνειας S.OT334, cf. E.Med.28.
II. a kind of reed, Peripl.M.Rubr.65.—The usual Prose word is λίθος.


En efecto, como resalta el apologista protestante, una acepción de Petros en el griego clásico corresponde a una piedra que se puede lanzar con las manos, y en ese sentido, cita fragmentos de las siguientes obras griegas clásicas:
– La Iliada de Homero, libro 7, línea 244.
– La Iliada de Homero, libro 16, línea 735.
– La Iliada de Homero, libro 6, línea 394.

Sin embargo, el apologista protestante pasó por alto una acepción claramente establecida en la definición del Léxico que él mismo citó. Leamos con atención:

(…) λευσθῆναι πέτροις S.OC435; πέτρους ἐπεκυλίνδουν X.HG3.5.20, etc.; ἐν πέτροισι πέτρον ἐκτρίβων, to produce fire, S.Ph.296; of a boulder forming a landmark, Id.OC1595; τόνδ’ ἀνέθηκα π. ἀειράμενος IG42(1).125 (Epid., iii B. C.).

Como se aprecia, se nos remite a la obra griega clásica de Sofocles, Oedipus Coloneus, línea 1595, la cual pongo a continuación:


Una traducción de dicho textos se puede leer a continuación en inglés y español.

“But when he came to the edge, to the threshold of the abyss, to the steps that are made of bronze, he stopped at one of the many crossroads, near that deep fountain where the pact of eternal friendship between Theseus and Perithus is written.

He stopped there and there, between that fountain and the Thorician rock, he sat down on the earth, near a hollow wild pear tree and a tomb stone. He took off his filthy clothes and called out to his daughters to bring him water from a nearby running stream, to purify himself with and to conduct libations.


“Pero cuando llegó al borde, al umbral del abismo, a los escalones que están hechos de bronce, se detuvo en una de los muchos cruces, cerca de esa fuente profunda donde está escrito el pacto de amistad eterna entre Teseo y Perithus.

Se detuvo allí y allí, entre esa fuente y la roca de Thorician, se sentó en la tierra, cerca de un peral hueco salvaje y una tumba de piedras. Se quitó la ropa sucia y llamó a sus hijas para que le trajeran agua de una corriente de agua cercana, para que se purificara y llevara a cabo las libaciones.”


Entonces tenemos que Petros en esta acepción corresponde a un “boulder” que constituye o conforma un Hito o Punto de Referencia. Ahora veamos cual es el significado de la palabra inglesa “boulder” en dos reconocidos diccionarios:

Diccionario Cambridge. Boulder: A very large rock. Es decir, una roca MUY grande.

Diccionario Oxford. Boulder: a very large rock which has been shaped by water or the weather. Es decir, una roca MUY grande que ha sido moldeada por el agua o el clima.

Y para redondear la idea, pongo imágenes de estos “boulders” que constituyen hitos:


Por tanto, queda demostrado que una de las acepciones de Petros, indicada en el mismo Léxico citado por nuestro apologista protestante, corresponde a “boulder” o Roca Grande, que es también una de las acepciones de la palabra Petra, en dicho Léxico:

πέτρα , Ion. and Ep. πέτρη , ἡ,
(…)
3. mass of rock or boulder, Od.9.243, 484, Hes.Th.675 ; “πέτρας κυλινδομένα φλόξ” Pi.P.1.23 ; “ἐκυλίνδουν πέτρας”X.An.4.2.20, cf. Plb.3.53.4.


3.7. EL ANÁLISIS DE NUESTRO APOLOGISTA SOBRE PETRA DESDE EL GRIEGO CLÁSICO ES INCOMPLETO.

En relación a Petra desde el griego clásico, habría que advertir que nuestro apologista protestante obvió una de las acepciones del propio léxico que citó:

4. stone as material, π. λαρτία, Τηΐα, SIG581.97 (Crete, iii/ii B. C.), 996.13 (Smyrna, i A. D.): distd. from πέτρος (q. v.), which is v.l. in X.l.c.; πέτρᾳ shd. be read in S.Ph.272; the distn. is minimized by Gal.12.194.


Notemos que en la última línea sombreada en negritas, el léxico resalta que hay instancias donde Petra significa piedra casi sin distinción con Petros (πέτρος), es decir, dicha distinción se minimiza.

i) Por ejemplo, en PHILOKTETES de Sophocles, línea 272, el léxico indica que πέτρᾳ debe leerse en lugar de πέτρῳ:

Χρύσης κατέσχον δεῦρο ναυβάτῃ στόλῳ. (270)
Τότ’ ἄσμενοί μ’ ὡς εἶδον ἐκ πολλοῦ σάλου
εὕδοντ’ ἐπ’ ἀκτῆς ἐν κατηρεφεῖ πέτρῳ,
ῥάκη προθέντες βαιὰ καί τι καὶ βορᾶς (274)


La traducción al inglés que se encuentra en la web de perseus es:

“At first they brought me from Chryse to this island in their ships; then, overjoyed to see me fast asleep here in this rocky cave, they sailed away and left me nothing but a few soiled rags such as a beggar wears, and a small pittance, of food.”

Rocky significa pedregoso. Por ejemplo, caverna pedregosa, camino pedregoso, peñasco pedregoso, etc. Ello indica claramente que el contexto de πέτρᾳ es de piedras pequeñas.



ii) Otro lugar del griego clásico donde se tiene una instancia de la acepción “piedra pequeña” para Petra es en “Homero, La Odisea; Obras Clásicas de Siempre; Canto V, pp 124.”, en el cual tenemos el siguiente texto griego y su respectiva traducción al inglés y al español:

“As he swam, he came to the mouth of a fair-flowing river, where seemed to him the best place, since it was smooth of stones,

llegó nadando a la boca de un río de hermosa corriente, aquel pareció el mejor lugar, libre de piedras

“ὅτε δὴ ποταμοῖο κατὰ στόμα καλλιρόοιο ἷξε νέων, τῇ δή οἱ ἐείσατο χῶρος ἄριστος, λεῖος πετράων

Como se aprecia, el contexto hace referencia a que Petras significa aquí “piedras de río”, es decir piedras pequeñas tal como se muestra en la siguiente imagen.


iii) Del mismo modo, el léxico indica que la distinción se minimiza en otra instancia perteneciente a la obra de Galenus “De simplicium medicamentorum temperaments ac facultatibus”, en la cual se tiene la siguiente línea:


3.8. LÉXICOS Y DICCIONARIOS QUE EVIDENCIAN EL TRASLAPE EN LAS ACEPCIONES DE PETROS (πέτρος) Y PETRA (πέτρα)

Para terminar de refrendar lo analizado en las secciones anteriores, a continuación citaré diversos léxicos que muestran claramente que existe traslape en la acepción de las palabras griegas Petros y Petra, y que por ello no se puede concluir de ninguna manera en que se trata de palabras con significados excluyentes y que nunca puedan significar lo mismo, tal como erróneamente pretende no solo nuestro apologista protestante, sino también determinados léxicos elaborados principalmente por académicos protestantes fundamentalistas, sesgados por sus corrientes teológicas.

i) “Greek-English Lexicon, Liddell-Scott”

En primer lugar, se debe tener presente que el Léxico “Greek-English Lexicon, Liddell-Scott” se circunscribe primariamente al Griego Clásico (Antiguo). No obstante, cuando vemos el contenido completo de lo que nos dice este Léxico para estas dos palabras griegas, se evidencia claramente que hay un traslape entre Petra y Petros para la acepción Roca Grande, y el mismo Léxico nos brinda las instancias donde esto ocurre. Esta parte es obviada por los protestantes ya sea por ignorancia o por malicia. Veamos el texto completo para Petros:


Lo subrayado en rojo indica la otra acepción de Petros, que se refiere a un “huge boulder stone”, el cual, tal como ya expliqué en la sección 3.6, se refiere a una roca muy grande. Del mismo modo, en PHILOKTETES de Sophocles, línea 272, y tal como expliqué en la sección 3.7, el léxico indica que πέτρῳ (Petros) está dentro del contexto de caverna o cueva (y no piedra pequeña), y que más bien se debería emplear πέτρᾳ, con lo cual lo hace intercambiables en esa acepción.

ii) Diccionario Teológico Del Nuevo Testamento 04, Coenen Lothar


Como se aprecia, el léxico establece claramente que “NO EXISTE ENTRE AMBOS NINGUNA DIFERENCIA DE CONTENIDO”, con lo cual los protestantes que mal utilizan este léxico quedan refutados por el propio léxico. Es más, indica que Petra también puede significar piedra.

iii) Concordancia Exhaustiva – James Strong

4073. πέτρα pétra; fem. de lo mismo que 4074; una (masa de) roca (lit. o fig.):—peña, piedra, roca.

4074. Πέτρος Pétros; apar. palabra prim.; un (pedazo de) roca (más grande que 3073); como nombre, Pedro, un apóstol.:—Pedro. Comp. 2786.

Notemos lo siguiente:
– Según Strong, Petra es FEMENINO DE LO MISMO QUE G4074, Petros! Ello le da la razón a la interpretación Católica.
– Las acepciones de Petra según Strong son: Peña, Piedra y Roca. Es decir, Petra también puede significar piedra.
– Finalmente, Strong también indica que Petros es más grande que G3073, Lithos, con lo cual Strong echa por tierra algunas tesis protestantes que pretenden equiparar o hacer sinónimos absolutos a Petros y Lithos, en la acepción piedras pequeñas.

iv) Thayer’s Greek Lexicon

PETROS:
Πέτρος, Πέτρου, ὁ (an appellative proper name, signifying ‘a stone,’ ‘a rock,’ ‘a ledge’ or ‘cliff’; used metaphorically of a soul hard and unyielding, and so resembling a rock, Sophocles O. R. 334; Euripides, Med. 28; Herc. fur. 1397; answering to the Chaldean Κηφᾶς, which see, John 1:42 (43)), Peter, the surname of the apostle Simon. He was a native of Bethsaida, a town of Galilee, the son of a fisherman (see Ἰωάννης, 3, and Ἰωνᾶς, 2), and dwelt with his wife at Capernaum, Matthew 8:14; Mark 1:30; Luke 4:38, cf. 1 Corinthians 9:5. He had a brother Andrew, with whom he followed the occupation of a fisherman, Matthew 4:18; Mark 1:16; Luke 5:3. Both were received by Jesus as his companions, Matthew 4:19; Mark 1:17; Luke 5:10; John 1:40-42 (41-43); and Simon, whose pre-eminent courage and firmness he discerned and especially relied on for the future establishment of the kingdom of God, he honored with the name of Peter, John 1:42 (43); Matthew 16:18; Mark 3:16. Excelling in vigor of mind, eagerness to learn, and love for Jesus, he enjoyed, together with James and John the sons of Zebedee, the special favor and intimacy of his divine Master. After having for some time presided, in connection with John and James the brother of our Lord (see Ἰάκωβος, 3), over the affairs of the Christians at Jerusalem, he seems to have gone abroad to preach the gospel especially to Jews (Galatians 2:9; 1 Corinthians 9:5; 1 Peter 5:13; Papias in Eusebius 3, 39, 15; for Papias states that Peter employed Mark as ‘interpreter’

PETRA:
πέτρα, πέτρας, ἡ, from Homer down; the Sept. for סֶלַע and צוּר; a rock, ledge, cliff;
a. properly: Matthew 7:24; Matthew 27:51, 60; Mark 15:46; Luke 6:48; 1 Corinthians 10:4 (on which see πνευματικός, 3 a.); a projecting rock, crag, Revelation 6:15f, rocky ground, Luke 8:6, 13.


Como se observa, Thayer resalta cuatro acepciones para Petros: Piedra, Roca, Arrecife y, la más importante, Cliff, que significa PEÑASCO o RISCO. Tres de estas acepciones también las coloca para la palabra Petra (Roca, Arrecife y Peñasco), con lo cual Thayer evidencia que hay traslape en las acepciones de ambas palabras. Con esto queda refutada una vez más la tesis protestante que falsamente afirma que Petros SIEMPRE es diferente de Petra y NUNCA significan lo mismo.

v) Léxico Thomas, R. L. (1998). New American Standard Hebrew-Aramaic and Greek dictionaries

4073. πέτρα petra; a prim. word; a (large mass of) rock:—rock(10), rocks(3), rocky(2).

4074. Πέτρος Petros; a noun akin to 4073, used as a proper name; “a stone” or “a boulder,” Peter, one of the twelve apostles:—Peter(150), Peter’s(5).

Observemos que el Léxico NAS indica que Petros se refiere también a Boulder, que, como hemos visto anteriormente, corresponde a rocas o piedras muy grandes, con lo cual se tiene el traslape en acepción con Petra.

vi) William J. Slater, Lexicon to Pindar.

Petros:
πέτρος
1.rock “μᾶκος δὲ Νικεὺς ἔδικε πέτ̓ρῳ χέρα κυκλώσαις ὑπὲρ ἁπάντων” O. 10.72 “οὐ τετραορίας γε πρὶν δυώδεκα πέτ̓ρῳ ἥροάς τ᾽ ἐπεμβεβαῶτας ἱπποδάμους ἕλεν δὶς τόσους” sc. Alkyoneus N. 4.29 “ἄγαλμ᾽ Ἀίδα, ξεστὸν πέτρον” tombstone N. 10.67


Petra:
πέτρα (“-ας, -αν; -αι, -ᾶν, -αις”(“ι”), “-ας”.)
1.rock “ἵκοντο δ᾽ ὑψηλοῖο πέτ̓ραν ἀλίβατον Κρονίου” O. 6.64 “πέτρας φοίνισσα κυλινδομένα φλὸξ ἐς βαθεῖαν φέρει πόντου πλάκα” P. 1.23 “συνδρόμων κινηθμὸν ἀμαιμάκετον ἐκφυγεῖν πετ̓ρᾶν” P. 4.209 “ἔθηκε καὶ βαθυλείμων ὑπὸ Κίρρας πετρᾶν ἀγὼν κρατησίποδα Φρικίαν” (Christ: “βαθυλείμωνα ἀγὼν ὑπὸ Κίρρας πέτραν” codd.) P. 10.15 “ταχὺ δ᾽ ἄγκυραν ἔρεισον χθονὶ πρῴραθε χοιράδος ἄλκαρ πέτρας” P. 10.52 “φαίης κέ νιν ἄνδρ᾽ ἐν ἀεθληταῖσιν ἔμμεν Ναξίαν πέτ̓ραις ἐν ἄλλαις χαλκοδάμαντ̓ ἀκόναν” I. 6.73 “ἂν δ᾽ ἐπικράνοις σχέθον πέτραν ἀδαμαντοπέδιλοι κίονες” fr. 33d. 8. “ἀμφί τε Παρνασσίαις πέτ̓ραις ὑψηλαῖς ” Pae. 2.98 “ ] δέ μιν ἐν πέλ[α]γ[ος] ῥιφθεῖσαν εὐαγέα πέτραν φανῆναι” (Delos) “Πα.” 7B. 47. “πέτραι δ᾽ [ἔφ]α[ν]θεν ἀντὶ” “φωτῶν” (“πετραν Π”^{ac}: sc. the people of Seriphos, on seeing the Medusa’s head) “Δ. 4. 41. πέ]τͅραισι Κιρρα”[ (supp. Snell: “ἀρούραισι” Lobel) fr. 215b. 11. “ὑψικέρατα πέτραν” fr. 325.


Como se aprecia, Slater simplemente atribuye la misma acepción, “Roca”, a ambas palabras griegas.

vii) Otros léxicos muy especializados y de mucho prestigio también indican el traslape en acepciones de Petra y Petros. Por ejemplo, el Lexico Bauer–Danker–Arndt–Gingrich Greek Lexicon of the New Testament, uno de los más respetados a nivel mundial, también muestra el traslape de acepciones entre Petros y Petra.

viii) Breve comentario sobre Léxicos hechos por protestantes fundamentalistas.

Hay una serie de léxicos, principalmente elaborados por protestantes fundamentalistas, que además de ser tendenciosos y presentar poco o ningún análisis erudito o detallado que sustenten sus afirmaciones, se limitan a repetir que Petros y Petra nunca significan lo mismo y que significan “piedra pequeña” y “roca grande”, sin ningún traslape ni matiz adicional, lo cual, como hemos visto, es un total error dada la evidencia del Griego Clásico y del Griego Bíblico (LXX).

Entre tales léxicos fundamentalistas puedo citar:
– Vine, Diccionario Expositivo del AT y NT.
– Wilton M. Nelson, Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia.
– ZODHIATES, S. (2000, C1992, C1993). THE COMPLETE WORD STUDY DICTIONARY, entre otros.

RESUMEN. Como resumen de esta sección 3, podemos concluir que de la revisión realizada a la evidencia bíblica y del griego clásico, empleando las mismas técnicas hermenéuticas usadas por el apologista protestante, se evidencia que existe traslape en una de las acepciones entre πετρων y πετρας, que es la acepción de rocas grandes, peñas o peñascos, en donde además se ha evidenciado un paralelismo e instancias del AT donde son intercambiables.

En ese sentido, quedan refutadas las siguientes afirmaciones de nuestro apologista protestante:

«Es imposible que petros sea lo mismo que Petra. La evidencia de que la primera es una piedra pequeña y la segunda una roca grande es innegable.» FALSO.

«Es imposible que petros y Petra sean la misma palabra ya que se ha demostrado que los escritores bíblicos y no bíblicos del griego antiguo les dieron usos claramente diferentes y es porque para ellos tenían significados diferentes. Petros es una piedra pequeña y Petra una roca, un acantilado, un fundamento.»FALSO.

PARTE IV: COMENTARIOS Y ACLARACIONES A LA SECCIÓN 11. “PETRA EN LA BIBLIA”

El apologista dedica varios textos a demostrar que las palabras hebreas Tsur y Sela se traducen a Petra en la Septuaginta. Para ello, explica los siguientes versículos:
– Éxodo 17:6, donde Tsur se traduce a Petra.
– Números 20:8, donde Sela se traduce a Petra.
– Salmos 78:15, donde Tsur se traduce a Petra.
– Salmos 78:16, donde Sela se traduce a Petra.
– Salmos 78:20, donde Tsur se traduce a Petra.

Luego de ello concluye “que los escritores en hebreo utilizaban ambas palabras (Tsur y Sela) de forma intercambiable, es decir, equivalentes o sinónimas”.

Seguidamente, cita los siguientes versículos adicionales:
– Salmos 105:41, donde Tsur se traduce a Petra.
– Salmos 114:8, donde Tsur se traduce a Petra.
– Isaías 48:21, donde Tsur se traduce a Petra en dos instancias.

En base a lo anterior, el apologista protestante afirma: «De esta manera, siempre que se prefigura al Cristo del Nuevo Pacto la Septuaginta siempre incluye Petra«.

Aquí prestemos atención: con lo anteriormente analizado, nuestro apologista protestante está tratando de crear una regla, una innovación, algo que obviamente no proponen eruditos y expertos en idiomas bíblicos medianamente serios, toda vez que es un claro error exegético y una falacia. La regla que está inventando es la siguiente: “cuando se tiene la palabra Petra en la Septuaginta asociada a la divinidad o una persona, esta se refiere siempre a Dios o a la prefiguración del Señor”.

Con esa falsa regla en la cabeza, nuestro apologista va a interpretar de manera sesgada y a rajatabla el pasaje de Isaías 51:1-2, para negar que la Roca que allí se menciona (Tsur en Hebreo y πετραν en la LXX) sea asociada con Abraham,

El apologista afirma lo siguiente con relación a Isaías 51:1-2: «En este pasaje vemos claramente que Petra proviene del hebreo Tsur, las cuales se utilizan para referirse a Dios y a Cristo y no a hombre alguno en ninguna parte en la Biblia. Entonces, ¿por qué de repente aquí Abraham tiene que ser esa roca? Los que arguyen así lo hacen sin ninguna base en la Escritura.»

Al parecer, nuestro apologista protestante no se ha enterado que su intento de forzar el texto para desacoplar a Abraham (versículo 51:2) de la Roca (versículo 51:1), y reasignar la Roca del versículo 51:2 únicamente a Dios, no es recogido por ningún comentarista y menos aún por algún erudito en lenguas bíblicas. Más aun, dicha interpretación errónea tampoco es recogida en ninguna tradición rabínica ni en interpretación judía alguna. Evidentemente nuestro apologista protestante siempre podrá apelar a que él “sí que sabe interpretar la Biblia, y que el resto del mundo está equivocado”, pero habría que comunicarle a nuestro apologista que versículos tan explícitos como este, no necesitan tergiversarse apelando a “nuevas reglas” derivadas de conteos de palabras y de listas acotadas de acepciones de determinados términos bíblicos. Por si esto fuera poco, en su eiségesis de este versículo nuestro apologista también ha obviado totalmente el paralelismo claro entre Isaías 51:1 y 51:2, a pesar que dicha técnica hermenéutica sí la ha usado copiosamente para otros pasajes que juegan a su favor.

Hasta ahora pensaba que a nuestro apologista protestante solo le gustaba nadar contra la corriente, pero ahora ha dado un nuevo paso, y ha entrado en una posición de nadar contra la razón y contra versos totalmente claros. La posición de los eruditos sobre este versículo no solo es mayoritaria sino prácticamente unánime. Asimismo, la tradición rabínica también sigue esa línea como veremos a continuación. Entonces, ¿Quién es la roca en Isaías 51:1-2?

4.1. ERUDITOS Y COMENTARISTAS PROTESTANTES SOBRE QUIÉN ES LA ROCA EN ISAÍAS 51:1:2

i) El erudito protestante Adam Clarke en su obra «The Adam Clarke Commentary» indica lo siguiente:

Vosotros que seguís la justicia: las personas que, sintiendo la necesidad de la salvación, buscan al Señor para ser justificadas.
La roca – Abraham.
El agujero del pozo – Sarah; como se explica en Isaías 51: 2.


ii) El erudito protestante James Burton Coffman en su obra «Coffman Commentaries on the Old and New Testament» nos expone lo siguiente:

«Mira a la roca …» (Isaías 51: 1). En realidad, el significado aquí no es simplemente una roca, como lo indica el hecho de que se lo llame «hoyo» en la siguiente línea. El pasaje «debe leerse: ‘Mira a la cantera de donde fuiste excavado'». [3] La comparación, por supuesto, es una metáfora que instruye a creyentes fieles a mirar hacia atrás a sus ancestros, Abraham y Sara.

iii) El erudito bautista John Gill, en su obra «The New John Gill Exposition of the Entire Bible» afirma lo siguiente:

“mira a la roca de dónde eres cortado; que en el siguiente verso está interpretado como de Abraham; así llamado, no tanto por la fuerza de su fe, sino también por su vejez; cuando parecía una piedra dura y seca, de la cual no se podía esperar ningún problema; y, sin embargo, de allí se desprende una gran cantidad de piedras, o una raza de hombres surgió”.

iv) El reformador Teodoro de Beza en su Biblia de Génova indica lo siguiente:

«Oídme, (a) los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová; mirad a la (b) roca (de la cual) fuisteis labrados, y al pozo de la fosa (de la cual) fuisteis cavados.
(a) Él consuela a la Iglesia, que no se desanimen por su pequeño número.
(b) Es decir, a Abraham, de quien fuiste engendrado, y a Sara de quien nacimos.
»

v) Juan Calvino en su obra “Comentarios a la Biblia de Juan Calvino” nos afirma lo siguiente.

«Mira a la roca de tu cimbreo. (21) Algunos opinan que Abraham es llamado «Roca» porque, como Pablo declara, «era fuerte en la fe» (Romanos 4:20). Otros asignan un significado totalmente opuesto a esta metáfora; porque piensan que se le llama «Roca», porque estaba cansado por la edad, y que a Sarah se le llama pozo porque era estéril. Pero ambos, en mi opinión, están equivocados; porque es una metáfora simple, tomada de las canteras, y declara que han descendido de Abraham y Sara, ya que las piedras son cortadas de una «roca» y un «pozo».

vi) El erudito protestante John Trapp en su obra «John Trapp Complete Commentary» afirma lo siguiente:

“Ver. 1. Oídme, los que seguís la justicia.] Heb .: Vosotros, que perseguís o perseguís después, como lo hizo Pablo. [Filipenses 3: 13-14] El discurso está dirigido a aquellos judíos que abrazaron el evangelio; persuadiéndolos a persistir en la fe, «en nada aterrorizados por sus adversarios», ya que Dios Todopoderoso los guardará y los ayudará, como lo hizo con los fieles Abraham y Sara, sus antepasados; a quien también levantaría hijos (a) en la conversión de los gentiles, y podría hacerlo tan fácilmente como lo hizo con los hebreos, esa gran nación, desde el anciano Abraham, y la desdichada Sara; que están aquí en comparación con una roca seca y un pozo profundo.”

vii) El conocido comentarista protestante Matthew Poole en su obra «Matthew Poole’s English Annotations on the Holy Bible» afirma lo siguiente:

“Mirad a la roca de donde fuisteis labrados, y al agujero del pozo de donde fuisteis cavados; considera el estado de Abraham y Sara, cuando procrearon a Isaac, de quien surgieron Jacob y todos ustedes; porque entonces él explica la metáfora en el siguiente verso. Compara los cuerpos de Abraham y Sara con una roca, o foso, o cantera de la cual se rompen piedras o se cava, lo que implica que Dios de alguna manera hizo lo que Cristo dijo que podía hacer, Mateo 3: 9, incluso de piedras para levantar hijos a Abraham; entonces, en el curso de la naturaleza, era imposible para Abraham y Sara en esa edad procrear un niño, como es sacar a un niño vivo de una roca, o sacar uno de un hoyo de piedra.”

viii) El erudito protestante Thomas Constable DD. en su obra «Expository Notes of Dr. Thomas Constable» nos expone lo siguiente:

«Abraham fue la roca de la que fueron extraídos sus descendientes, que tiene una cualidad de roca que le fue impartida por la fidelidad y la gracia de Dios».

ix) El comentarista protestante Charles John Ellicott en su obra «Ellicott’s Commentary for English Readers» indica lo siguiente:

“(1) Miren hacia la roca. El argumento implícito es que la maravilla involucrada en el origen de Israel es como una base de fe en su restauración y perpetuidad. La roca es, por supuesto, Abraham, el pozo, Sarah.”

x) El erudito protestante Joseph S. Exell en su obra «Preacher’s Complete Homiletical Commentary. indica lo siguiente:

“Que recuerden cuán pequeños fueron sus comienzos, cuán poco prometedor fue su comienzo; el Señor «llamó solo a Abraham«, como un solo individuo, y sin embargo lo había bendecido y aumentado tanto, que de esta «roca» se había producido toda la nación y la Iglesia de Israel.”

xi) El erudito protestante D. Guthrie en su obra «The new Bible Commentary», 1953, indica lo siguiente.

Abraham es referido como ‘La Roca de la cual fuiste cortados’.

Como siempre, podría seguir apilando más y más comentaristas, pero con estos once ya debe quedarle lo suficientemente claro a nuestro apologista que esta posición es abrumadoramente clara y que cualquier interpretación que vaya en otro sentido no hace más que denunciar una clara tergiversación de los textos bíblicos. No he encontrado un solo comentarista protestante serio que afirme que en Isaías 51:1 la Roca sea Dios. Esa posición solo la he leído en páginas fundamentalistas anti-Católicas que obviamente tienen poca o ninguna credibilidad. Si esto no fuera suficiente, repasemos la tradición rabínica judía.

4.2. TRADICIÓN RABÍNICA JUDÍA Y COMENTARIOS JUDÍOS SOBRE QUIÉN ES LA ROCA EN ISAÍAS 51:1-2

i) El célebre erudito William Barclay en su obra “The Gospel of Matthew”, Westminster Press, 1975, afirma lo siguiente:

“Cualquier otra cosa que sea (el nuevo nombre de Simon, «Rock»), es una palabra de gran elogio. Es una metáfora que de ninguna manera es extraña o inusual para el pensamiento judío. Los rabinos aplicaron la palabra roca a Abraham. Tenían un dicho: «Cuando el Santo Dios vio a Abraham que iba a levantarse, dijo: ‘He aquí, he descubierto una roca (petra) para fundar el mundo’. Por lo tanto, llamó a Abraham roca (Tsur), ya que se dice: ‘mira a la roca de dónde eres cortado’. Abraham fue la roca en la cual se fundó la nación y el propósito de Dios«.

ii) Stanley L. Jaki en su obra «On this Rock», nos brinda más detalles de lo dicho por Barclay:

«cuando Dios miró a Abraham, quien estaba por aparecer, dijo: Miren, he encontrado una Roca sobre la cual puedo construir la base del mundo. Por lo tanto el llamó Roca a Abraham …»

«Las partes más antiguas del Jalqut, que es una compilación de fragmentos de Midrash hecha por Simeon Kara (siglo 12), datan del siglo 5! De hecho, las partes más antiguas de una media docena de otros textos Talmudicos que describen a Abraham como Roca, y que son mencionados por Strack y Billerbeck, son de la midad del segundo siglo» (Midrash Jalqut, 1,766).


iii) Los eruditos judíos Strack y Billerbeck, quienes obviamente no tienen interés en entrar en controversias Cristianas sobre si Abraham era la roca en Isaías 51:1 o no, indican que los textos de la tradición judía rabínica identifican a Abraham como la Roca en Isaías 51:1-2.


iv) El erudito protestante D. Guthrie en su obra «The Interpreter’s Bible», cita uno de los documentos de los académicos judíos Strack y Billerbeck, un midrash, donde “Dios cavó en las montañas y encontró una Roca, Abraham, para sobre ella construir su edificio, Israel.

v) El académico judío David H. Stern en su obra “Jewish New Testamente Commentary” enfatiza y analiza la cita del Midrash Yalkut 766 en los siguientes términos:

“La palabra ‘Petra‘ aparece como una palabra prestada al Hebreo en un contexto más que interesante. La obra Yalkut Shim’oni, una antología de la Midrash de la Biblia Hebrea de la edad media, contiene este pasaje:

Cuando el Santo quiso crear el mundo, pasó por alto las generaciones de Enoc y el Diluvio; pero cuando vio a Abraham , que iba a surgir, dijo: ‘Miren, he encontrado una roca (Petra) sobre la cual puedo construir y establecer el mundo’ Por lo tanto, él llamó la Roca a Abraham, tal como está dicho en Isaías 51:1, ‘Mira a la roca de dónde eres cortado’ » (Yalkut 766, citando una fuente más antigua, Tanchuma B, Yelamdenu)


vi) El Dr. Marvin R. Wilson, Professor de Estudios Bíblicos y Teología en el Gordon College, Wenham, MA, Ph.D. (1963) en estudios Semíticos y del Mediterráneo del Brandeis University, con especialidad en Antiguo Testamento, Estudios Judíos y los orígenes hebraicos de la Cristiandad, afirma lo siguiente:

“Abraham representa la raíz más antigua y profunda del olivo, Israel. El profeta Isaías usa una figura diferente para Abraham: él es la roca de la cual todos son cortados.”

vii) El académico judío Solomon Schechter, Rabí Americano, fundador y presidente de la Sinagoga Unida de América, Presidente del Seminario Teológico Judío de América, en su artículo “Some Rabbinic Parallels to the New Testament”, publicado en el ‘Jewish Quaterly Review Journal’, Vol 12,No. 3, pp. 415-433, expone lo siguiente:

“Habiendo mencionado el nombre del patriarca, puedo establecer el hecho que, aparte de los epítetos Abraham el «temeroso de Dios» o Abraham el «amigo de Dios», la literatura rabínica también le otorga el título de Roca. La redacción del pasaje Rabínico y los términos empleados no pasarán indiferentes al estudiante del Nuevo Testamento. En Mateo 16:18 leemos: «Y yo también te digo, que tú eres Petros, y sobre esta Petra edificaré mi Iglesia». El pasaje rabínico conforma una ilustración de Numeros 28,9, «Porque de la cumbre de las peñas lo veré», y sigue así: hubo un rey quien deseó construir, y para establecer los cimientos él cavó constante y profundamente, pero solo encontró un pantano. Al final, él cavó y encontró una Petra (esta es la palabra exacta que el Rabí usa). Él dijo, «En este sitio construiré and sentaré los cimientos». Así, el Santo, bendito sea, deseó crear el mundo, pero meditando sobre las generaciones de Enoc y el Diluvio, él dijo: «Cómo crearé el mundo cuando estos hombres malvados solo me darán provocaciones?» Pero tan pronto Dios percibió que Abraham surgiría, dijo: ‘Miren, he encontrado una roca (Petra) sobre la cual puedo construir y establecer los cimientos.

Por lo tanto, el llamó Roca a Abraham, tal como fue dicho: en Isaías 51:1, ‘Mira a la roca de dónde eres cortado’.”


viii)El académico Markus Bockmuehl, de la Facultad de Divinidad de la Universidad de Cambridge, en su artículo “Simon Peter’s Names in Jewish Sources”, publicado en el Journal of Jewish Studies, Vol. LX, No. 1, primavera del 2004, afirma lo siguiente :

“Aquí, Abraham y Sara son la roca (LXX στερεαν πετραν) de la cual fueron cortados los israelitas fieles.”

“Tanto Isaías 51: 1-2 como las interpretaciones rabínicas de Núm. 23: 9 típicamente hablan no solo unívocamente de Abraham, sino en el mismo aliento de Sara o incluso de los padres y madres de Israel.”


ix) Finalmente, el Midrash Tanchuma Buber evidencia que en la tradición hebrea hagadística (haggadic tradition), la interpretación usual de Isaías 51:1 indica que la Roca se refiere a Abraham el patriarca.

Una de tales evidencias se encuentra en el Midrash Tanchuma Buber, wayyera’ 23, el cual se puede leer a continuación:

Él inmediatamente los destruyó, como está dicho «Y él derrocó aquellas ciudades» (Gen. 19:25). Así tienes que esto dice: «Ciertamente el monte que cae se deshace, Y las peñas son removidas de su lugar;» (Job 14:18). La roca es Abraham, como está dicho: ‘Mira a la roca de dónde eres cortado’.” (Isaías 51:1). Es él quien salió de sus tierras, como está dicho: «Y de allí partió Abraham» (Gen. 20:1).

Al igual que en la sección anterior, también podría poner más fuentes de la tradición judía, pero creo que el punto ha quedado más que claro. Más aun, los antiguos textos rabínicos también evidencian que la tradición judía tomaba prestada la palabra Petra para designar a Abraham, con lo cual queda derrumbada la supuesta regla de nuestro apologista protestante, es decir, “que Petra (Tsur en LXX) solo se usa para referirse a Dios y a Cristo y no a hombre alguno en ninguna parte en la Biblia”.

Dicho lo anterior, ya no hay ninguna objeción válida de parte de los protestantes, que impida que a un hombre o personaje bíblico se le pueda también asignar la figura de la Roca, incluso con las mismas palaras hebreas o griegas con las cuales se designa a Dios o a Cristo, tanto en el AT como en el NT, es decir Tsur o Petra (Abraham= Tsur en Hebreo y Petra en Griego-LXX). En ese sentido, no hay argumento alguno que impida que San Pedro sea la Roca en Mateo 16:18.

4.3. TSUR Y SELA EN LA BIBLIA

El apologista protestante proveyó copiosa información que muestra el paralelismo y los usos intercambiables entre Tsur y Sela en la Biblia. Así, además de los versículos citados al inicio de esta sección, también citó los siguientes versículos:

– Jueces 6:20, donde se emplea Sela y Petra (LXX).
– Jueces 6:21, donde se emplea Tsur y Petra (LXX).
– Deuteronomio 32:13, donde se emplea Tsur y Sela, y Petra en ambas partes (LXX).
– Salmos 27:5, donde se emplea Tsur y Petra (LXX). Aquí nuestro apologista acaba de descubrir un paralelismo entre este versículo y Mateo 16:18, y sin embargo sorprende que su visión no haya alcanzado para ver el claro paralelismo entre Isaías 51:1 y Mateo 16:18, Abraham y Pedro. Deben ser sus lentes marca Luther.
– Salmos 61:2, donde se emplea Tsur y Petra (LXX).
– Isaías 17:10, donde se emplean Tsur y Elohim, y Teos y Kurios respectivamente en la LXX.

Hay que agradecer al apologista protestante por su compilación de textos bíblicos que muestran el uso intercambiable entre Tsur y Sela. Sin embargo, si consideramos los textos que ha obviado y que están detallados en la sección 3.4, las conclusiones cambian. Veamos:

– Isaías 2:19, donde se emplea Tsur y πετρων (G4074).
– Isaías 2:21, donde se emplean Tsur y Sela, y πετρας (G4073) y πετρων (G4074).
– Isaías 7:19, donde se emplean Sela y πετρων (G4074).
– Isaías 57:5, donde se emplean Sela y πετρων (G4074).
– Jeremías 16.16, donde se emplean Sela y πετρων (G4074).
– Abdías 1:3, donde se emplean Sela y πετρων (G4074).
– Jeremías 49:16, donde donde se emplean Sela y πετρων (G4074).

Prestemos atención a Isaías 2:19, donde se emplea Tsur que es traducido como πετρων (G4074) en la LXX. Asimismo, hay varias instancias donde Sela se traduce como πετρων en la LXX. Como vemos, nuestro apologista protestante, al omitir estos pasajes, sacó totalmente de la ecuación a πετρων (G4074), y por tanto sus conclusiones son claramente erróneas.


El gráfico que se muestra a continuación expresa de manera correcta la relación entre las palabras hebreas Tsur, Sela, y las palabras griegas πετρας (G4073) y πετρων (G4074). De esta manera, analizar los planteamientos de nuestro apologista protestante ha servido más bien para confirmar que existe un uso intercambiable entre πετρας (G4073) y πετρων (G4074), y que en especial πετρων (G4074) puede emplearse para traducir los términos hebreos Tsur y Sela, empleados para los títulos Dios y para prefigurar a nuestro Señor Jesucristo en el Antiguo Testamento, ya que, como indicó nuestro apologista, “Sela también es Dios” (Ver sección 12 de su artículo).


CONCLUSIONES

Luego de haber analizado los argumentos relevantes vertidos por el apologista protestante en su artículo, podemos concluir directamente lo siguiente:

1. Su primera conclusión es FALSA. (“Es imposible que petros y Petra sean la misma palabra … Petros es una piedra pequeña y Petra una roca, un acantilado, un fundamento.)

2. Su segunda conclusión es FALSA. (En ningún lugar en toda la Biblia se utiliza Petra para un hombre ni siquiera en Isaías 51: 1-2)

3. Siendo falsas las dos premisas principales de nuestro apologista protestante, el resto de sus conclusiones se derrumban como un castillo de naipes, en especial la conclusión 4 donde afirma que Kehp tiene doble significado.

4. El análisis y hallazgos de las objeciones del apologista protestante, apuntan más bien a que Kepha sí se utilizó con el mismo sentido en ambas ocasiones de Mateo 16:18, y por tanto la interpretación Católica sigue incólume desde el punto de vista de las palabras empleadas en los evangelios griegos. No hay mucho más que agregar ya que la evidencia mostrada es clara y contundente.

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3 comentarios sobre “Respuesta a Blog Protestante «Oye Testigo de Jehová» sobre diversas objeciones a la exégesis Cristiana Católica de Mateo 16:18

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  1. Disculpa pero hubo una contrarefutacion a este articulo, seria bueno que la puedas revisar por que son 4 paginas de refutacion con mucho material, seria bueno para todos nosotros los catolicos

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